Estamos totalmente de acuerdo con uno de los párrafos del discurso del presidente del Partido de la Liberación Dominicana; Leonel Fernández, cuando afirmó en el denominado acto de los dos millones de firmas celebrado el pasado domingo, lo siguiente: ¨El pueblo dominicano quiere líderes políticos responsables, que honren su palabra, que no manipulen, que no engañen, que no mientan¨.
Y es que eso debería ser un líder o dirigente político, una persona con un grado de compromiso con su pueblo y su sociedad, que le impida tergiversar los hechos para acomodarlos a su situación particular o de momento, así como usarlos cual si fueran piezas de un rompecabezas que al final de produce una figura que esta de acuerdo con los fines ulteriores que pasan por su cabeza.
Pocos dudan que Sigmund Freud es una de las personas mas influyentes del siglo XX, este pensador, filósofo, medico y siquiatra austríaco, desarrolló durante su vida toda una teoría de la psiquis humana que derivó en el denominado método del sicoanálisis, que constituye toda una escuela en la siquiatría, donde sostiene que los primeros años de la persona son determinantes para su conducta en la adultez.
Dentro de toda esta explicación teórica, Freud describió los llamados ¨actos fallidos¨, que son aquellos donde una persona olvida en forma inconsciente situaciones que son evidentes, simplemente porque su memoria le juega una mala pasada o, como sostiene el insigne medico austriaco, no son mas que deseos del inconsciente que se hacen visibles en situaciones especiales en el consciente.
Esto ocurre de una manera u otra con todo el que se dedica a la palabra hablada o escrita, y aflora generalmente en momentos de stress, angustia o cansancio, pues lo que realmente se piensa es reprimido hacia el inconsciente pero al fallar los mecanismos de represión, entonces surgen desde la parte mas profunda de la construcción de ideas lo que realmente se piensa.
En el caso del discurso de Leonel del domingo hay varios lapsus que parecen ser el resultado de la gran presión que aparentemente existe dentro del PLD por el tema de la candidatura presidencial, y el camino que tomó el grupo que dirige el ex-presidente, lamentablemente con el mismo a la cabeza, cuando escogió el enfrentamiento con el gobierno de su partido antes que el pacto interno para preservar su autoridad como máximo dirigente de la organización.
El primer acto fallido es la actividad en si misma, porque lo que aparenta es que había la necesidad imperiosa de convocar fuera de tiempo a una manifestación multitudinaria del tipo que se realizaban en los años 70 y 80, cuando todo el que se dedica en forma mínima a la actividad política conoce de la inutilidad de acciones como esta tan lejos de unas elecciones pues su impacto sirve simplemente de contagio en los finales de una campaña para recoger los pocos electores indecisos en un proceso electoral.
Cada quien hace con sus recursos lo que le viene en ganas, pero intentar imponer una posición política intrapartidaria convocando a miles de personas, ponga el número que usted quiera, con el objetivo de demostrar que el llamado ¨pueblo¨ apoya una tesis que puede ser o no discutible pero que solo se resuelve o con votos hacia fuera o con argumentos hacia dentro, nos parece de una inutilidad increíble, es mas, solo faltaron las carretillas de Felix para llevar los libros con los 2 millones de firmas.
Un lapsus imperdonable para una figura del conocimiento de la política internacional cual lo es el presidente del PLD, fue la presentación de dos personas enormemente cuestionadas en sus países, como son el ex presidente de Colombia Ernesto Samper, quien es el protagonista del llamado proceso 8000 por el que las autoridades judiciales de Colombia lo acusaron de haber sido financiado por el cartel de Cali durante la campaña electoral en que fue electo, situación que llevó a la cárcel a muchos de sus colaboradores.
Y ni hablar del folklórico Mel Zelaya, quien huyó de su país, Honduras, en pijamas cuando intentó, con la complicidad del gobierno de Venezuela, precisamente violar lo que en ese momento era un artículo ¨pétreo¨ de la constitución hondureña por el que se prohibía la reelección, convirtiéndose hasta estos días en el hazmerreír de sus compatriotas por sus posiciones ¨cantinflescas¨ frente a los acontecimientos políticos de su país.
Pero habría que ver a quien diablos se le ocurre presentar como personajes destacados a Ernesto Samper y Mel Zelaya, el primero acusado de ser financiado por el cartel de Cali y el segundo un violador de la constitución de su país, en un acto donde dizque se fue a defender la Constitución y la democracia, esto es un acto fallido, un lapsus imperdonable, los demás que fueron anunciados, como Baltasar Garzón el ex juez español acusado de prevaricación y Julio María Sanguineti de Uruguay no estuvieron presentes.
Por supuesto que se cometió otro acto fallido al acusar a ¨fuerzas extrañas a nuestro partido, que cambian de chaqueta con cada nuevo gobierno,……influyan en nuestras decisiones¨ como dijo textualmente el presidente del PLD, porque lamentablemente estaba rodeado de un grupo de dirigentes políticos de lo mas variopinto y que se corresponden con las características que describen sus palabras: chaqueteros quede acuerdo a su interés particular cambian de posición en cada elección.
Si estaba pensando en otras ¨fuerzas¨ políticas extrañas al PLD debió identificarlas, porque incluso el mismo acto de ¨2 millones de firmas¨ fue descrito como el resultado de la bizquead de perdonas casa por casa en todo el territorio nacional, y fue descrita como una fuerza externa a ese partido, por ende los que estaban presentes en el acto, también pretenden ser quienes ¨influyan en nuestras decisiones¨ (del PLD) sin que aparentemente se tenga alguna derecho a ello.
Sin tener que entrar en mas consideraciones en un discurso proselitista al que por su naturaleza se le podrían perdonar todas estos actos fallidos y lapsus por el calor del momento, se debería tener en cuenta que existe mas un convencimiento personal de parte de Fernández en el sentido de que no se debe modificar la Constitución de la República para favorecer al gobernante de turno, lo cual es un derecho que no se debe discutir porque cada quien es libre de pensar lo que considere.
Sin embargo, eso de que en nuestro país existe el peligro de una dictadura o de que es un atentado contra la democracia plantear la reelección del Presidente Medina es un sofisma y una desconsideración para sus propios compañeros de partido, ya que el mismo planteó en el 2011 el derecho soberano que tiene el pueblo, según el articulo 2 de la Constitución dominicana a decidir de forma libre quienes deben ser sus representantes en un almuerzo con periodistas en el Palacio Nacional.
Y lo había justificado mucho antes, pues en el 2007 en un discurso en el Palacio de los Deportes justificó su propia reelección diciendo lo siguiente: ¨no solo hay reelección en Estados Unidos, sino también en España. Francia, Inglaterra, Colombia, Venezuela, Brasil y Argentina¨ y agregó ¨EN FIN, NO NOS SIGAN CONFUNDIENDO, NO SIGAN DESORIENTANDO AL PUEBLO DOMINICANO, QUE LA REELECCIÓN ES PARTE DEL SISTEMA DEMOCRATICO¨.
Si fue entonces su decisión en su momento no presentarse como candidato, no producir una modificación constitucional, dar paso a otro miembro de su partido para que en unas elecciones internas se ganara el derecho de representar al PLD e intentar llevar a ese partido a una nueva victoria electoral, eso fue una decisión personal que se respeta pero que nadie tiene la obligación de imitar, porque como el lo dijo muy bien_ ¨LA REELECCIÓN ES PARTE DEL SISTEMA DEMOCRATICO¨.
En el caso nuestro, mas que una reforma de lo que se trata es de enmendar varios errores que se cometieron cuando se hizo una nueva Constitución, que fue proclamada en el 2010, como el invento de separar las elecciones municipales de las nacionales.
A lo que agregamos también la coletilla inimaginable en un articulo de la Carta Magna dirigido a impedirle a un solo ciudadano a aspirar a una posición electiva, cual es el caso de Danilo Medina, mientras se mantienen los derechos a los otros dos ciudadanos que tienen su misma condición, presidentes o ex-presidentes que se llaman Leonel Fernández e Hipólito Mejía.
Pues todo esto se resuelve de una sola manera, el modo que inventaron los griegos VOTANDO, un voto por cada ciudadano y a ver quien tiene la mayoría, es la única manera en que el PLD podrá mantenerse unido y sin fracturas, que todo el que se considere en condiciones de competir se inscriba y el que tenga mas votos ganó, el que tenga menos perdió y asunto concluido sin tantas elucubraciones teóricas ni discusiones insípidas, además sin necesidad de actos fallidos porque las matemáticas son una ciencia exacta y los números no mienten.