Si Irán actúa en contra de los intereses de los Estado Unidos, va a sufrir mucho advirtió este lunes el presidente de esa nación Donald Trump, en un momento de fuertes tensiones entre ambos países y de roses entre Teherán y sus vecinos en el golfo Pérsico.
Al responder a la pregunta sobre el aumento de tensiones en el golfo Pérsico, Trump sostuvo que sería un error muy grave y un problema muy malo para Irán si ocurre algo, ya que no estarán contentos.
Preguntado por la posibilidad de una guerra con Irán, Trump recurrió a su habitual “veremos lo que ocurre”.
En la última semana, EE.UU. ha enviado al golfo Pérsico el buque de asalto anfibio USS Arlington, misiles Patriot, el portaaviones USS Abraham Lincoln y bombarderos, tras denunciar que había detectado “indicios” de planes ofensivos iraníes contra sus fuerzas en Oriente Medio.
Pese a este despliegue militar, los Guardianes de la Revolución de Irán aseguraron este domingo que no ven probable una guerra con EE.UU. y que, en caso de ataque, tienen la capacidad de responder con firmeza.
A esa tensión se han sumado las denuncias de Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudí de un sabotaje contra varios de sus barcos este domingo y lunes, respectivamente, en el golfo Pérsico.
Esas quejas de dos rivales regionales de Teherán llegaron tres días después de que la Autoridad Marítima de Estados Unidos advirtiera sobre posibles actos de sabotaje de “Irán o sus intermediarios locales” contra naves comerciales en el golfo.
Mientras los saudíes y emiratíes pedían una implicación internacional para garantizar la seguridad de las rutas marítimas, el Gobierno iraní se ha desmarcado del sabotaje a los petroleros y ha denunciado una conspiración para crear inseguridad en la zona.
La tensión en el golfo Pérsico ha aumentado desde que Washington anunció en abril el fin de las exenciones que había concedido a ocho naciones o territorios para que siguieran comprando petróleo a Irán.