SANTO DOMINGO, RD.-Al conmemorarse este 4 de junio, el 58 aniversario del asesinato de Juan Tomás Díaz y Antonio de la Maza, la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y la Fundación 30 de Mayo, depositaron una ofrenda floral en el monumento que se ha erigido en honor a ambos héroes nacionales.
En el acto, encabezado por el licenciado Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Permanente de Efemérides Patrias y el doctor Eduardo Díaz, presidente de la Fundación 30 de Mayo, se rindió honor a los combatientes de la era de Trujillo, quienes participaron de manera activa y directa en el ajusticiamiento del tirano el 30 de mayo de 1961, enalteciendo una vez más, la valentía y el coraje de todos los que tuvieron incidencia en esa importante noche de nuestra historia.
Manuel Tejeda, hijo del también héroe Huáscar Tejeda, tuvo las palabras centrales, en nombre de la Fundación 30 de Mayo, manifestó que “el legado que, en términos de dignidad, de honor, de lucha por la libertad, todos ellos nos dejaron, debe ser preservado por siempre en nuestra sociedad.
Agregó que todos los hijos de la Patria deben entender, que a pesar de todas las deficiencias de la democracia en que vivimos, nunca será peor que vivir en dictadura y el mejor homenaje que podemos hacer para quienes dieron su vida para que seamos libres, es fortalecer cada día más esa democracia, con nuestro accionar.
Isabel Rosario de La Maza, sobrina de Antonio de La Maza, abogó por la unidad en torno a la memoria de todos los combatientes que, de una forma u otra, tuvieron participación en el ajusticiamiento de Rafael Leoninas Trujillo, considerando que “todos los que participaron, sin importar si estuvieron o no presentes en el momento de los hechos, deben ser recordados y honrada sus memorias siempre.
“No fueron dos, ni tres protagonistas. No fueron mártires, todos fueron y serán héroes nacionales”, dijo Isabel de la Maza.
De su lado, Roberto García Díaz, nieto de Juan Tomás Díaz, hizo un llamado a todos los familiares y allegados de los héroes del 30 de mayo, así como a los medios de comunicación, a no permitir jamás que las acciones que dieron con la muerte de Trujillo, la valentía y el sacrifico de todos los héroes, no se olvidé jamás, “que no solo sea cada 4 de junio, que sea todos los días y que el 30 mayo se recuerde por siempre, como el día de la libertad en nuestro país. El pueblo no puede olvidar jamás lo que fue la dictadura de Trujillo, para nunca más vuelva nuestro país a vivir una época semejante”.
El 4 de junio de 1961, en un enfrentamiento armado con agentes trujillistas que los perseguían los dos héroes cayeron abatidos combatiendo en un intercambio de disparos.
La ofrenda floral se realizó en la avenida Bolívar casi esquina Julio Verne, justo en el lugar en donde cayeron abatidos los dos combatientes, tras ser perseguidos por agentes de inteligencia del régimen.
Antonio De la Maza nació el 24 de mayo de 1912 en el municipio Moca, provincia Espaillat. Era hijo de Ernestina Vásquez, sobrina del ex presidente Horacio Vásquez y el general Vicente De la Maza.
Por más de veinte años estuvo dedicado a la industria maderera, cuyo centro de operaciones estaba localizado en Tilorí, Restauración, en la Provincia de Dajabón.
De temperamento rebelde y valores arraigados, desde muy joven dejó claro su malestar con el régimen dictatorial y se unió finalmente de forma activa, al grupo que dio muerte al tirano.
Tras el asesinato las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal, al Antonio de la Maza ver la información en la prensa, la historia relata que conmocionado y con los ojos anegados en lágrimas, descargó su rabia dando tres fuertes puñetazos en la mesa, diciendo: “Carajo, este hombre no se aguanta más, hay que matarlo ya”.
Juan Tomás Díaz Quezada nació el 5 de octubre de 1905. Ingreso al ejército en 1932, realizó estudios en academias militares ascendiendo progresivamente hasta alcanzar el grado de General, permaneció en esta institución por 28 años. Fue separado de las filas del ejército porque no autorizó la tortura de los expedicionarios detenidos en su jurisdicción. Estrechó lazos de amistad que luego se convirtió en hermandad, con Antonio de la Maza.