República Dominicana-Entre los escombros de las casas demolidas, aguardan algunos excluidos de los desalojos que realiza la Unidad para la Readecuación de la Barquita y Entornos y que darían paso al inicio del proyecto Nuevo Domingo Sabio, que aunque fue previsto para finalizar en el 2018, aún no arranca.
Con más de 20 años residiendo en la Ciénaga, Rubén Rosario cuenta que luego de ser incluido en el proyecto de desalojo, por un error en el censo su casa fue declarada en área verde, lo que indica que deberá buscar por sus propios medios a donde irse a vivir.
Mientras Rubén Rosario vive la incertidumbre de no saber a dónde ir por falta de recursos, la señora Leónidas Moreno de la Cruz, cuya casa fue demolida hace ocho meses, reubicando a la inquilina que la habitaba, espera la remuneración económica que por su propiedad le ofreció el Gobierno, que aunque le pareció inferir al valor de su casa decidió aceptar.
Mientras unos esperan por una reubicación que cada vez parece estar más lejos y otros exigen el pago por sus viviendas demolidas, hay quienes buscan entre la basura y los escombros, varillas y otros objetos de valor que puedan vender.