BRASIL.-Uruguay empató con el equipo de Japón a dos goles en la continuación de la Copa América al de Fútbol, un resultado que le impidió a la Celeste asegurarse de antemano la clasificación a los cuartos de final.
Dos veces debió Uruguay remontar el marcador en un entretenido partido en la Arena de Gremio, por cuenta de los goles del centrocampista Koji Miyoshi, uno de los siete cambios que hizo el invitado Japón tras ser vapuleado 4-0 por Chile en su primera presentación.
Miyoshi abrió el marcador a los 25 minutos y también remeció las redes a los 59. Pero Luis Suárez replicó de penal a los 33 y el cabezazo de José María Giménez a los 66 estableció la igualdad definitiva
“Nos presionaron y no nos dejaron jugar de la forma que queríamos”, analizó Suárez. “Es una sensación agridulce”.
El empate dejó a Uruguay en la cima del Grupo C con cuatro puntos. Por el mismo grupo, Chile — con tres puntos — se medirá este viernes ante Ecuador en Salvador.
“Preocupado no estoy, ¿sabe cuántas he tenido de estas durante 13 años? Me voy a ocupar de las cosas, no preocupar”, comentó el técnico uruguayo Óscar Tabárez en rueda de prensa.
“Japón fue contundente, porque llegó menos que nosotros e hizo dos goles. Plantearon bien el partido”, le reconoció a su rival.
La Celeste, que con 15 títulos es la selección más laureada en la historia del torneo, deberá esperar hasta el próximo lunes para sellar su pase cuando le toque medirse con el bicampeón reinante Chile en Río de Janeiro. Japón cerrará con Ecuador ese mismo día en Belo Horizonte.
Uruguay no emuló el gran nivel de la paliza 4-0 que le propinó a Ecuador en el debut, al fallar en la elaboración creativa de su mediocampo.
El partido evolucionó como se esperaba, con un audaz Japón convencido en su juego sistematizado y velocidad desquiciante. Uruguay siguió en lo suyo, una infernal intensidad para ir al frente pero sin claridad en la creación. Sólo al comienzo, Suárez tuvo dos claras con un disparo desde 45 metros y un cabezazo que disparó a las manos del portero Eiji Kawashima.
Los problemas de lesiones empiezan a atormentar a Tabárez, al perder a un jugador por segundo partido. Luego que el volante Matías Vecino quedara descartado por el resto de la copa por una lesión en el muslo derecho que sufrió en el debut, el lateral Diego Laxalt se retiró lastimado con otra aparente molestia muscular tras el primer gol japonés.
Decido a usar el torneo como laboratorio de ensayo para el fútbol olímpico en los Juegos de Tokio 2020, el técnico nipón Hajime Moriyasu quiere poner a prueba a todo su plantel por lo que hizo una depuración a fondo del equipo que cayó 4-0 ante Chile en el debut. Cambió hasta el arquero.
Uno de los siete que entraron fue Miyoshi y el volante respondió con un doblete tras pasarle factura a fallos uruguayos. Cuando Uruguay controlaba los tiempos, Miyoshi dominó un
perfecto cambio de frente de Gaku Shibasaki y se fue por la izquierda, por donde Laxalt, ya lesionado, le abrió el espacio al jugador del Yokohama Marinos para batir a Muslera.
Uruguay empató enseguida por una imprudente acción de Naomichi Ueda, levantando la pierna temerariamente para derribar a Cavani cuando el ariete celeste no constituía peligro. Se tuvo que apelar al VAR y el árbitro colombiano Andrés Rojas señaló el penal, que Suárez ejecutó con un engaño al arquero.
Uruguay resintió jugar sin Vecino en su sala de máquinas en el medio, donde el sustituto Lucas Torreira no basculó igual. La baja de Laxalta obligó a Tabárez a reordenar sus laterales: Martín Cáceres en el carril izquierdo y Giovanni González se fue a la derecha.
Muslera facilitó el segundo japonés con un rechace que dejó a los pies de Miyoshi, quien nada más debió empujarla al fondo.
Uruguay tuvo que ir de remolque y salvó el punto con pelota detenida. Al tiro de esquina cobrado por Nicolás Lodeiro, Giménez anticipó en el salto al defensor japonés para clavar su cabezazo.
Suárez y Cavani dispusieron de un par de ocasiones en el tramo final, pero el 2-2 acabó como una repartición justa de puntos.