Mientras Leonel Fernández y algunos opositores llevan su lucha contra una posible reforma constitucional, otros temas de interés nacional se relegan a un segundo plano, en un esquema donde la complicidad directa o indirecta se práctica a diario, esto debe preocupar.
Además de las actitudes cómplices de una buena parte de nuestra sociedad hay que agregar que el dinero somnoliento también juega su papel hacia tipos de comportamientos de muchas personas.
La cuestión constitucional que debe ser tema de todos se le ha dejado a Leonel Fernández bajo el alegado de que es un pleito interno del PLD, pero que deberá definir el futuro dominicano, aunque ahora se trate de ocultar.
El inmediatismo arropa las posiciones y discursos de nuestros políticos, así como de sectores influyentes en el quehacer nacional, dando la sensación de que son cómplices de lo que pasa.
Fíjense que en medio de la polémica por la Constitución, Punta Catalina y su secuela de corrupción pasan a un segundo plano.
Punta Catalina no ha dado pie con bola, miles de millones invertidos en esa generadora a carbón que está fuera de servicio mientras que los apagones junto al calor se tragan a los ciudadanos que tienen que pagar sus facturas eléctricas de una forma abusiva y obligatoria.
Observen Odebrecht que tiene presos donde quiera que operó, todavía aquí se ejecuta una pantomima con ese expediente de alto contenido.
En fin, surgen cada día promotores de la modificación constitucional, incluyendo hasta los precandidatos del partido en el poder, los cuales no pueden explicar cómo siendo aspirantes a la Presidencia promueven que se quede quien que está.
El objetivo de todos es Leonel Fernández, hacia el cual se mueven todos los dardos de sus propios compañeros más que los de la oposición y cuyas acciones lo mantienen con vida política.
Todos esos temas relegados, más los decenas de expedientes que se han generado en los últimos años tienen que causar preocupación hasta al mismo Presidente Danilo Medina ya que una gestión tan alabada puede ser dañada por investigaciones a futuro en manos de un verdadero opositor que no sea Leonel Fernández.
Danilo Medina por su gran experiencia debe saber que los enganchados a última hora para promoverlo a como dé lugar sólo buscan beneficios particulares y no reconocimiento al actual mandatario cuyo futuro político ahora podría ser cuestionado pero que luego podría tomar brillo con luz propia, cuando terminen las pasiones.