Para muchos el padre de la democracia dominicana, incluyendo a quien escribe, para otros un personaje funesto al que nunca entenderán porque su cortedad de mente e incapacidad de análisis les impide mirar mas allá de sus narices, pero sin ninguna duda Joaquín Balaguer es un nombre que no puede ser borrado de la moderna República Dominicana que entre todos hemos construido.
Este primero de septiembre se conmemora un aniversario mas del nacimiento de Balaguer, son ya 113 años desde que este prócer de la República nació en la villa de Navarrete y su obra, pensamiento y acción siguen gravitando en los millones de dominicanos que hoy son beneficiarios de la visión de país que supo forjar en su largo trajinar como funcionario público honesto, capaz y trabajador.
Si alguien tuviera alguna duda de quien fue Joaquín Balaguer y como influye todavía al día de hoy en la vida política nacional, la forma y manera en que sus ideas puestas en práctica son en parte responsables del lugar que corresponde a República Dominicana como país líder en todo el Caribe, solo hay que poner algunos ejemplos.
El primero y mas importante es histórico, hace pocos meses cuando tuvimos a bien visitar la embajada de los Estados Unidos en el país donde residimos como representantes de la República Dominicana, la primera pregunta que surgió en una conversación informal con uno de los funcionarios de ese país, fue que le diera una explicación del porque nuestro país es un ejemplo de progreso y estabilidad en Latinoamérica y porque Haití no ha podido despegar hacia el desarrollo cuando somos vecinos y habitamos la misma isla.
Mi respuesta inmediata fue la siguiente: es que así como en los países de Asia que dieron el salto hacia el desarrollo de manera rápida, casos de Singapur, Corea y Taiwán, en la República Dominicana tuvimos un personaje que ya es histórico, Joaquín Balaguer, que fue capaz de vender el desorden y el caos que caracterizó al tercer mundo en la guerra fría y sentó las bases para el desarrollo y eso no ocurrió con Haití.
En la República Dominicana de 1966 toda la industria y el campo giraban alrededor del azúcar, café y cacao, la llamada economía del postre como la denominó el sacerdote y economista José Luis Alemán, es mas a la industria azucarera la llamaban ¨la columna vertebral de la economía dominicana¨ y dependíamos de la ayuda internacional y de cuotas preferenciales para el mercado de los Estados Unidos.
Es en los doce años de Balaguer, ese periodo tan denostado por aquellos seudoizquierdistas de nuestro país, cuando se inician los primeros proyectos de zonas francas.
La Romana (1967), San Pedro de Macorís (1972) y Santiago (1973) fueron los primeros parques de zona franca establecidos en la República Dominicana, todos bajo el amparo de la Corporación de Fomento Industrial creada por una ley en 1966, proyectos apoyados y promovidos por el mismo presidente Balaguer, quien tuvo la visión de mirar hacia el futuro y creer que a través de esos parques, existen en 27 de las 32 provincias del país en este momento, se podrían crean empleos y transferir tecnología.
Es decir, mientras algunos que se dicen héroes se dedicaban a conspirar contra los gobiernos electos por el pueblo a través de elecciones en la República Dominicana, llegaron al colmo de apoyar una invasión guerrillera a nuestro país, Balaguer sentaba las bases para el sector que hoy es después del turismo el mas importante en creación de empleos e ingresos de divisas en nuestro país.
Porque esa es la verdad aunque quieran negarla los que dicen ser de izquierda pero tienen, como confesó alguna vez uno de ellos, el bolsillo a la derecha, lo que sea proponían los que enfrentaron a los gobiernos de Balaguer con las armas en las manos en los 12 años, los que asesinaban a mansalva a hijos del pueblo solo porque vestían uniformes de la policía o el ejercito, era crear otra Cuba, un país donde ninguno de ellos quisiera vivir en el día de hoy.
Pero no solo zonas francas, el genio de Joaquín Balaguer también es responsable del desarrollo turístico de la República Dominicana, fue el quien comenzó, a pesar de que las burlas fueron muchas en esa época, a dar prioridad al sector que hoy es la bandera que exhibimos como el principal destino en el Caribe, el sexto país mas visitado en occidente y la industria mas exitosa que haya tenido jamás la República Dominicana en toda su historia.
Todas las leyes que incentivan la inversión en turismo fue la idea de Joaquín Balaguer, quien era un conocedor profundo de la geografía dominicana y se planteó crear la llamada ¨industria sin chimeneas¨, algo tan novedoso en el país que al primer director de la ya desaparecida dirección de turismo, el señor Ángel Miolán, recibía mofas de los ¨sabelotodos¨ que siempre han estado presentes en nuestros medios de comunicación, quienes se burlaban gritándole: ¨Miolán y los turistas dónde están?¨.
El primer hotel que se construyó en la zona de Bávaro-Punta Cana lo inauguró Joaquín Balaguer, todos los inventivos fueron dados para que esta industria, en la cual pocos creían, se desarrollara a lo que es hoy, cuando nos acercamos a las 100,000 habitaciones hoteleras, somos el sexto destino mas visitado en occidente y aspiramos a llegar tan pronto como el 2021 a 10 millones de visitantes, algo inimaginable hace tres décadas.
Entonces, los dos pilares principales de la economía dominicana fueron plantados por el genio político de un hombre que sacrificó toda su vida en aras del ideal de crear un país, que como decía en su última campaña electoral, fuera ¨mas justo para todos¨, todos sus años dedicados al servicio público sin estridencias, solo trabajando en cualquier lugar a donde el destino le haya asignado alguna función pública.
Por eso no entendemos la epidermis de algunos que deberían aprender de Balaguer, que cuando le tocó ser secretario de la legación dominicana en Madrid en 1932 se sentaba en las Cortes españolas para aprender de las discusiones ideológicas que allí se daban, de esa confrontación surgieron gran parte de las ideas que después aplicó en la República Dominicana cuando hizo aprobar las leyes agrarias de 1972, que es la revolución social mas importante que ha tenido la República Dominicana en toda su historia.
Joaquín Balaguer es el mejor ejemplo que de cualquier lugar en la función pública cuando se quiere servir se puede, supo salir del Palacio Nacional a ocupar por un largo tiempo funciones diplomacias fuera del país, donde fue tan eficiente como el que mas, siendo desde ese llamado exilio dorado llevado al país a ocupar la secretaria de educación, donde sirvió en cuerpo y alma con el amor que siempre le tuvo a su patria.
La República Dominicana de hoy no se puede entender sin la figura de Joaquín Balaguer, todavía es la hora en que las grandes presas fueron construidas en sus gobiernos, las principales carreteras, miles de aulas escolares, realizó una reforma agraria en contra de los grandes poderes de los terratenientes dominicanos, pero sobretodo, y por eso fue reconocido por el congreso nacional como el padre de la democracia dominicana, supo sentar las bases de las instituciones que hoy en día existen en nuestro país.
Pero cuando tuvo la responsabilidad de considerarse incapacitado para gobernar, fue lo suficientemente humilde para dar un paso al costado y pasar la antorcha a una nueva generación de dominicanos, que a pesar de no se parte de su partido, han sabido sortear los obstáculos que como algo natural ha puesto el destino en el camino hacia el Progreso de la República Dominicana.
Imposible no ser coherente y pensar en Joaquín Balaguer cada 1ro de septiembre, es un ejemplo de servicio sin condiciones a un país al que dio toda su vida y algo mas, reconocerle sus méritos y defender su obra de gobierno es un deber de toda una generación que hoy disfruta de la visión de futuro que hoy es un presente en loa República Dominicana.
Honor a quien honor merece.
¡Viva la memoria de Joaquín Balaguer! su ejemplo debe ser imitado y su memoria defendida en cualquier lugar que nos encontremos, por todos los que hemos sido sus seguidores hasta el fin de nuestros días.