RD y ruidos

En medio de la celebración del Día de Acción de Gracias, en República Dominicana y, como ya es costumbre, la embajadora de los Estados Unidos en el país ha hecho planteamientos muy serios ante la matrícula de la Cámara Americana de Comercio.

Robín Bernstein se extraña de la baja inversión extranjera directa en la República Dominicana y lo atribuye a la poca transparencia en algunas áreas, entre estas la de infraestructura y la  de energía.

Algunos voceros del gobierno, iniciando por el Ministro de Relaciones Exteriores, han salido a defender al país de esas imputaciones, tratando de poner las cosas en contexto.

Pero, no es suficiente con ofrecer una versión distinta y cómoda a los intereses nacionales. El gobierno dominicano debería ir mas lejos y tratar de establecer los elementos que han servido de base para la opinión que se ha formado la Embajada de Estados Unidos en el país.

Si tenemos el nivel de transparencia que dice el gobierno y si hemos establecido mecanismos legales para garantizar la contratación de bienes y servicios de la manera mas diáfana, ¿cuáles cabos sueltos estarán girando los ruidos que hoy recoge la Embajada”.

Al gobierno le corresponde, no solo la debida investigación, sino el establecimiento de la verdad en el caso de la especie. No podrá estar fuera de las hipótesis el hecho cierto de que la Embajada Americana tiene un interés primigenio en la defensa de las cuestiones de ciudadanos y empresas norteamericanas.