Aunque atribuido al llamado crecimiento económico sostenido que llevamos, lo cierto es que al margen de ese argumento los dominicanos estamos arropados por un consumismo propio de las necesidades creadas por la mediatividad del marketing impuesta a los seres humanos.
Las apuestas entre artistas callejeros son sobre cual tiene el vehículo más caro en precio y marca, mientras que los regalos entre la gente de ese mismo sector social deviene en artículos de lujo que son exhibidos por las redes sociales cuál trofeo que no tiene el mayor costo en adquirirlo, influye bastante dentro de la población del común.
Vemos en estos días de Black Friday y final de año como se consumen cientos de millones de pesos en adquisición de productos de última tecnología para uso doméstico o personal algunas veces sólo por pura necesidad creada porque de hecho muchos los pueden tener en sus residencias previamente.
Ese es el mundo del presente, donde los diputados criollos se aprueban más de 300 millones de pesos de los fondos públicos para repartírselos o repartirlos en estas navidades dizque a sus correligionarios dejando de lado sus verdaderas funciones que son legislar cosa que pocas veces hacen.
Se reseña que el salario mínimo no da ni para comer, pero todo el mundo vive con él, sacando quizás del mundo subterráneo de la economía la diferencia que necesitan para seguir sus caminos de sobrevivencia.
La distribución humana del crecimiento no se deja sentir aunque por las prácticas ejecutadas debido al consumo desmedido las autoridades monetarias pueden justificar dicha tendencia.
Ya los autos no caben en nuestras calles, el consumo de combustible fósil se dispara cada día producto de los interminables tapones y el desorden vehicular que imponen motoristas y guagüeros.
En fin no quiero ser pesimista, pero estamos casi en la hora del lobicán, como quiso decir en su última producción discográfica el malogrado pero siempre recordado Patxi Andión.
Las transformaciones que están sufriendo nuestros políticos para poder lograr apoyo del voto hacia las próximas elecciones nos dicen como vendrán las cosas a partir de Febrero y Mayo.
Gente improvisada pero telegénica, otros casi en retiro pero insisten, la economía cada día más de servicios dejando por debajo la producción industrial. Creo que la vida en rosa nos está consumiendo.
Feliz Navidad para todos.