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  • Por: Humberto Salazar
  • miércoles 08 enero, 2020

Demagogia pura: “En mi gobierno no habrá femenicidios”

“Demagogia: empleo de halagos, falsas promesas que son populares pero difíciles de cumplir y otros procedimientos similares para convencer al pueblo y convertirlo en instrumento de la propia ambición política”.

“Demagogo: persona que practica la demagogia”

Plantear que un tema tan complejo como la muerte de mujeres a manos de sus parejas en la República Dominicana pudiera ser resuelto con algo tan simple como un deseo de un gobierno o un presidente de la República, es una medida exacta de la simpleza de pensamiento y juicio político del candidato del Partido Revolucionario Moderno y los peligros que enfrentaríamos como país en caso de que por un azar del destino este ganara unas elecciones nacionales.

La expresión de que en un gobierno suyo, nos imaginamos que esa es la posición de un grupo de expertos que lo asesora comenzando con el ex alcalde de Nueva York que ahora enfrenta acusaciones serias de corrupción en los Estados Unidos, se acaban los feminicidios como si de la emisión de un decreto dependiera un tema tan complejo y serio que ha ocupado los cerebros mas privilegiados del planeta, da una idea de la superficialidad que acompaña al señor Luis Abinader a la hora de emitir juicios de valor sobre temas serios.

Para tratar de ubicar el origen de la violencia en el entorno familiar, habría que remontarse, si es que usted pertenece a los religiosos que asumen la creación y el relato de la Biblia como una verdad absoluta, a la muerte de Abel de parte de Caín usando una quijada de un animal como arma, simplemente porque este se sentía celoso cuando ele primero en su bondad realizó una ofrenda a Dios y esta fue mejor recibida que la que el le había hecho, un simple arranque de celos que terminó en un asesinato.

O para quienes asumen otras creencias, habría que remitirse a unos de los creadores del pensamiento marxista. Federico Engels, que escribió en el siglo XIX un libro que tituló: ¨El Origen de la Familia, de la Propiedad Privada y el Estado¨, donde este describe la la familia moderna como una representación de la esclavitud antigua, la verdad es que el termino ¨familia¨ proviene del latín ¨famulus¨ que quiere decir esclavo domestico, y se refiere a la posesión de parte de un hombre de una o mas mujeres, hijos y esclavos.

Según Engels y los marxistas clásicos, la relación hombre mujer se fundamenta en bases económicas, donde la mujer se convierte en una esclava domestica, por eso se exige la monogamia solo a ella, y el hombre es el dueño del trabajo de esa persona que según un contrato le pertenece, en términos simples de la división del trabajo en términos materialistas, el hombre es el burgués dueño del medio de producción y la mujer es el proletariado que solo tiene su fuerza para procrear hijos y servir a su dueño.

Es bueno aquí aclarar que para los marxistas la familia esta destinada a desaparecer en la nueva sociedad sin clases que es su ideal de existencia para los seres humanos.

Entonces un tema tan complejo como las relaciones familiares, la violencia intrafamiliar, la muerte y muchas veces suicidio de las parejas, el aumento de los divorcios y disolución familiar en la República Dominicana y todo el planeta, porque si es un problema que afecta a la mayoría de las sociedades que han entrado en la modernidad, no puede tratarse de parte de alguien que aspira a ser presidente de un país de una manera ta superficial como que se puede resolver con la sola voluntad personal de una persona por mas bien intencionada que este.

Específicamente en nuestro país tratar de disminuir el problema de los feminicidios a un tema de la justicia o la decisión de un fiscal, sería disminuirlo a una expresión tan simple como si meter preso a cualquiera que amenaza o discuta con su mujer o marido, mereciera ser enviado inmediatamente a la cárcel y ¨botar la llave¨, es algo inimaginable en un cerebro medianamente informado y una persona con un conocimiento superficial de como funciona nuestra sociedad.

Esto es algo impracticable en un estado de derecho donde lo que imperan son los códigos y la ley y los temas deben estudiarse y promover políticas publicas que están vinculadas a situaciones de una complejidad tal, como son las relaciones familiares, que merecen respuestas de la sociedad como un todo y parte de un serio cuestionamiento a la cultura de violencia que nos afecta en tantas actividades cotidianas.

Y es que la mujer en la sociedad moderna ya no es aquella que representaba la esclavitud que describió Engels en pleno apogeo de la revolución industrial en el siglo XIX, ahora lucha por un espacio de igualdad, el cual le es negado en gran parte del mundo, pero que en occidente ha promovido un avance espectacular en un corto periodo de tiempo, y esto significa un paso de avance que no es soportado por los que ven en el sexo femenino a una simple proveedora de hijos y servicios domésticos.

La República Dominicana no es la excepción, en nuestro país la mujer va ocupando espacios dentro del mundo laboral y académico que eran exclusividad de los hombres, esto significa que tiene cada vez mas una libertad económica que la libera de soportar los maltratos a que estaba acostumbrada muy pocos años atrás y esto a su vez le provee de libertad de movimientos y juicio para escoger como pareja a lo que mas le conviene y desechar a cualquiera que la pueda perturbar.

En la violencia intrafamiliar y los feminicidios se reflejan los cambios que se producen en la sociedad dominicana, donde la mujer se ha convertido en un ente productivo y competitivo, cada día lo será mas y solo hay que realizar un conteo de la presencia femenina en las aulas universitarias, y esta libertad asumida por la mujer no es soportada por la mentalidad machista que ha sido característica común de las sociedades latinoamericanas, por algo somos el subcontinente mas violento del mundo y líderes el violencia intrafamiliar.

También aquí vemos un reflejo del fracaso de las iglesias en mantener lo que según el dogma cristiano debería ser una institución que perdurara para toda la vida, sin dudas lo que aprendimos de la doctrina eclesiástica dominante es que la mujer es un ser secundario, incluso fue quien indujo al pobre Adan en el huerto del Edén a probar la manzana del pecado, y esto, que es llamado el ¨pecado original¨ marcó su existencia de tal modo que hasta que condenada a parir los hijos con dolor y sufrimiento.

Entonces en vez de estar opinando de todos los temas políticos que les pasan por el lado, los obispos dominicanos deberían también dedicarse a promover los valores familiares que disminuyan la creciente violencia que existe en nuestra sociedad, no solamente dentro de las familias, pareciera a veces que el espíritu de Caín se ha apoderado de una gran parte de los dominicanos, solo que es mas simpático para algunos obispos y pastores andar ¨politiqueando¨ y usando el púlpito para promoverse en la prensa antes que dedicarse a lo que debería ser su trabajo principal.

No vamos para nada a entrar en consideraciones teóricas de un tema tan difícil de abordar por los múltiples factores que son su causa y que por lo tanto la respuesta también deberá ser multifactorial, sin dudas entraríamos en plantear soluciones para las cuales nos nos consideramos preparados, solo que esta mas que demostrado que eso de que ¨en mi gobierno no habrá femenicidios¨ dicho por un candidato a la presidencia en la República Dominicana, no es mas que un ejercicio de demagogia política inaceptable en una sociedad que aspira a un liderazgo responsable.

 

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