El estrés suscita un gran interés en la población general y en el cuerpo médico. Realizando búsquedas en el Internet, encontramos casi dos millones de entradas exclusivas para ésta palabra.
El término estrés proviene del griego stringere, que significa ‘provocar tensión’. Es la respuesta del organismo de índole física o emocional a toda demanda de cambio real o imaginario que produce adaptación y/o tensión.
Hace más de dos mil años, Pitágoras definía la adaptación como el «don de la excelencia humana». En 1929, Walter Canon definió el estrés como una reacción de lucha o huida ante situaciones amenazantes.
En 1935, Hans Selye, considerado el padre del estrés, definió este concepto como la respuesta fisiológica, psicológica y de comportamiento de un sujeto que busca adaptarse y reajustarse a las presiones tanto internas como externas.
Ahora bien, el estrés como fenómeno que afecta ampliamente la salud cardiovascular se caracteriza por factores estresores tanto físicos como mentales activando en nuestro organismo la denominada respuesta de estrés, que es altamente compleja e implica principalmente al sistema nervioso central y al endocrino.
En respuesta a las hormonas del estrés (adrenalina, noradrenalina, cortisol, aldosterona…), el organismo se pone en guardia y se prepara para la huida; concentra sus energías en el cerebro, corazón y los músculos.
Otros cambios que acompañan a éste fenómeno del estrés son:
Elevación de glucosa o azúcar en sangre.
Elevación de los factores de la coagulación.
Aumento de los glóbulos blancos y rojos.
Aumento de la frecuencia cardíaca percibido como palpitaciones por los pacientes y pudiendo desencadenar trastornos del ritmo o arritmias.
Incremento de la fuerza de contracción del músculo cardíaco y de la respiración.
Sensación de falta de aire.
Dilatación de los vasos coronarios y de los músculos esqueléticos.
Mayor constricción de los vasos del resto de los órganos (digestivos, riñón, bazo…).
Relajación de la vejiga generando accidentes por relajación de esfínteres.
Dilatación de las pupilas.
Aumento de la sudoración.
Aumento de los ácidos grasos como el colesterol total, partículas de LDL y triglicéridos.
Resulta prudente ante el bombardeo constante de información preocupante en los medios televisivos, de radio, impreso e incluso ante situaciones particulares de la vida diaria, facilitarles a nuestros lectores un listado con los síntomas más frecuentes asociados al estrés e intentar identificar si podemos encasillarnos en uno o alguno de ellos.
Los Síntomas generales más frecuentes que podemos asociar al estrés son los siguientes:
Dolores frecuentes: dolores de cabeza, musculares y viscerales.
Fatiga.
Aumento de la temperatura corporal.
Sudoración continúa.
Molestias gastrointestinales (evacuaciones diarreicas o indigestión).
Resequedad de la boca y la garganta.
Lesiones en piel parecida a alergias.
Alimentación excesiva generando sobrepeso.
Anorexia.
Bulimia.
Consumo de sustancias tóxicas generando palpitaciones, síncope y muerte.
Insomnio aumentando el riesgo de eventos neurológicos del tipo Isquémico (ictus) o hemorrágico.
Tics nerviosos.
Irritabilidad o inestabilidad emocional.
Estados de Pánico.
Déficit de concentración y memoria con bajo rendimiento laboral.
Temor y miedo inexplicables.
Estados de fobia.
Mal humor.
Sensación de fracaso e impotencia.
Disfunción eréctil, amenorrea o anorgasmia.
Conducta antisocial.
Cefaleas tensionales.
Ulceras gástricas y colon irritable.
Debido a que el estrés es considerado el gatillo de muchas enfermedades del sistema cardiovasculares dentro de las cuales podemos incluir la isquemia cerebral (ictus) y sobre todo la isquemia miocárdica (angina de pecho, infarto cardíaco sintomático o asintomático) nuestra recomendación es: si usted pudo encasillarse en los síntomas que les menciono arriba, asistir a la consulta de su cardiólogo/ a de cabecera para una evaluación de reconocimiento y así estratificar su riesgo de eventos ya que todos son prevenibles.
El estrés es algo que no debe ser tomado nunca a la ligera como un estado natural en nuestras vidas y mucho menos acostumbrarnos a él.
El estrés es un detonante de estados de hipertensión arterial y arritmias cardiacas que pueden ocasionar una muerte súbita.
Se han identificado distintos Tipos de Estrés:
Estrés Emocional.
Estrés físico.
Estrés Social.
Estrés Laboral.
Estrés Personal.
La medicina y la sociedad contemporánea han tardado décadas en demostrar la asociación entre el estrés y las enfermedades cardiovasculares.
Fueron grandes catástrofes las que despertaron la importancia del estrés como desencadenante de enfermedades cardiovasculares.
Tras los terremotos de Atenas (1981), Los Ángeles (1994) e Hyogo (1995), los registros de mortalidad mostraron un significativo aumento (entre dos y cinco veces) de muertes no traumáticas debido a una causa cardiovascular.
Tras el atentado contra las Torres Gemelas en Nueva York, se detectó un incremento en el número de disparos de desfibriladores cardíacos automáticos para restablecer la actividad cardíaca luego de las arritmias registradas.
Rozanski demostró hace más de diez años que el 59% de los pacientes con enfermedades cardiacas, ante el estrés emocional, sufría defectos de la contractilidad cardiaca (defectos de movilidad cardíaca sugerentes de isquemia miocárdica) y de ellos, sólo un 23% mostró cambios electrocardiográficos.
Los 10 acontecimientos vitales más frecuentes que generan estrés son:
Muerte de la pareja.
Aumento del número de discusiones de pareja.
Divorcio.
Hipoteca o préstamo hipotecario.
Menopausia.
Separación de la pareja.
Dormir menos de ocho horas.
Encarcelamiento.
Problemas con la familia política o hijos.
Muerte de un pariente cercano.
Con seguridad todos hemos estado en éstos zapatos en algún momento de nuestras vidas.
En nuestra próxima entrega, espere una Afección Cardiovascular asociada a un gran duelo o pérdida emocional, con manifestaciones sintomáticas de interés, cambios electrocardiográficos, cambios en estudios de imágenes cardiacas, frecuente en la mujer y reversible en muchas ocasiones. No se lo pierda!.
Mientras nos encontramos nuevamente el próximo viernes, puede contactarnos al correo electrónico [email protected] o buscarnos en las redes sociales Instagram como dra.jeimygomez.