El próximo domingo el país vivirá la experiencia que deberá convocar al mayor entusiasmo. Se trata de las elecciones municipales en la que habremos de elegir a los Alcaldes, Regidores, Directores de Distrito y Vocales.
Los mas de siete millones de ciudadanos habilitados para ejercer el derecho al voto, iremos a decidir quien o quienes nos dirigen en los gobiernos locales.
Los que resulten electos deberán ser los que hayan presentado la mejor propuesta; los que han mostrado una trayectoria de servicio; los que han sido capaces de respetar a los ciudadanos que sirven o a los que aspiran a servir.
A pesar de los temores que algunos han tratado de infundir previo al proceso, estamos convocados a ir en masa a las urnas a elegir lo mejor.
El próximo domingo todos deberíamos participar de la fiesta democrática, que son las elecciones. De nosotros depende las autoridades que nos gobiernen a través de las alcaldías en cada una de las demarcaciones del territorio.
Acudamos civilizadamente. No nos hagamos cómplices de la compra de cédulas o de cualquier otra manifestación fraudulenta que pueda implicar la contaminación de la voluntad legítima de los electores.