SANTO DOMINGO.-Ante la creciente demanda de mascarillas por parte de la población para protegerse del coronavirus, vendedores ambulantes y otros trabajadores formales e informales, que producto del Estado de Emergencia se han quedado sin trabajo, aprovechan para ganarse el sustento vendiendo este tipo de artículos en las calles
Vender mascarillas o tapa boca en los semáforos nunca fue un oficio tan común como hasta la llegada del coronavirus en República Dominicana.
Mientras en las farmacias este artefacto escaneas, en las calles es cada vez más común encontrarlas, hechas de tela y con llamativos y patrióticos diseños.
Nixon Corcino era operario en una fábrica textil, que ante el Estado de Emergencia cerró sus puertas y lo suspendió sin pago alguno, por mo que este padre de familia vio en la venta de mascarillas una oportunidad para llevar a sus hijos el sustento.
Al igual que él, Alberto Romero, al ver casi desaparecer sus ingresos como motoconchista, no tuvo otra opción que ganarse la vida, vendiendo las tan demandadas mascarillas en estos momentos.
Las mascarillas hechas de tela de algodón tienen un costo de cien pesos cada una y un vendedor puede llegar a vender hasta cien en un día, obteniendo un 25 por ciento de ganancias.