República Dominicana.-Este viernes, cuando contamos a tres de abril, cierra una semana más que de “pasión” de “dolor” por el número de muertos (60 hasta el boletín número 14) y la cantidad de contagiados por una enfermedad que la Organización Mundial de la Salud ha nombrado Covid-19, que mantiene paralizado al mundo.
El Viernes de Dolores o Viernes de Pasión, es el viernes anterior al Domingo de Ramos, comprendido dentro de la última semana de la Cuaresma, conocida por la religión cristiana como Semana de Pasión.
Para la Iglesia católica, el Viernes de Dolores es un día dedicado a la solidaridad con la madre de Jesús, que más adelante sería testigo de la pasión, muerte y posterior resurrección de su hijo.
Es así como cierra una Cuaresma en “cuarentena”, para dar inicio, el Domingo de Ramos, a la Semana Mayor o Semana Santa, que igual, se pasará en confinamiento, debido al Estado de Emergencia obligada por el coronavirus.
El Domingo de Ramos es una de las celebraciones más importante del cristiano, en la que el pueblo expresa su bienvenida al Jesús Rey que entra triunfante a Jerusalén y la festividad se distingue por el uso de los símbolos de la palma y del agua.
La emergencia por el Covid-19 rompe este año la tradición de recorrer en procesión y con las palmas y, por el contrario, los líderes de la Iglesia Católica han exhortado a que el ramo se coloque, desde el sábado, en el frente de cada casa, para celebrar la fecha en el seno del hogar y simbolizando que, pese al aislamiento obligatorio, los católicos siguen en comunión.
Con un decreto, la Congregación para el Culto Divino prohibió las misas con fieles durante la Semana Santa en los países afectados por el virus.
El papa Francisco presidirá, a puerta cerrada, el Domingo de Ramos, el Jueves y Viernes Santo con el viacrucis en el Coliseo Romano, la vigilia pascual y el Domingo de Resurrección.