SANTO DOMINGO.- El reputado cardiólogo e internista doctor Pedro Ureña Velásquez advirtió que con medidas tibias no se van a tener buenos resultados resultados en los concerniente a controlar la expansión de coronavirus en la República Dominicana.
Ureña Velásquez quien es especialista en cardiología intervencionista precisó que hay que tomar medidas más enérgicas para que se pueda respetar el distanciamiento social.
El galeno sostuvo que se debe ser más estricto en términos de aislamiento, y aunque se hable de que en el país se ha impuesto una cuarentena, para él realmente no existe tal cuarentena.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral en el programa D´AGENDA que cada domingo se difunde por Telesistema Canal 11, el reconocido facultativo puso como ejemplo el hecho de que las personas siguen haciendo sus funciones en las calles, amén de la cantidad de ciudadanos que cada noche son detenidos por violar el toque de queda que rige desde las 5PM hasta las 6AM del día siguiente.
Reconoció que vivimos en un país pobre y que muchas personas de escasos recursos dependen de salir todos los días a las calles para poder obtener su alimentación, porque no es fácil para el que no tiene la facilidad de un delibery que le lleve a la comida a la casa.
“Otra cosa que para mi es muy importante es medida más estricta en término del aislamiento, hemos tenido lo que se llama una cuarentena, pero para mi no es una cuarentena realmente, las personas siguen haciendo sus diligencias en las calles, vemos como se apresa tanto ciudadanos de noche, entonces es una cuarentena que no es cuarentena como tal, y por tanto medidas tibias no van a tener un resultado bueno“, reiteró.
Pedro Ureña favoreció la medida dispuesta por las autoridades que obliga el uso de mascarilla para todos los ciudadanos, sobre todo cuando están en lugares públicos, oficinas públicas y privadas, centros laborales como bancos y supermercados entre otros.
También admitió que desde el gobierno se encaminan esfuerzos junto a otros profesionales y organizaciones de la sociedad civil para incrementar el número de pruebas y la entrega de mascarillas, entre otras iniciativas, con la finalidad de frenar el avance de la pandemia.
Ureña no cree que en el país se vaya a instaurar un toque de queda las 24 horas como han sugerido algunos sectores.
“Personalmente pienso que es muy difícil hacerlo en un país como este, si nosotros no tenemos una estructura de poder llevar asistencia casa por casa, además una familia de seis o siete personas en un barrio marginado en un espacio pequeño, sin alimentación, sin aire acondicionado, con un calor de 38 grados, dos semanas, eso es muy difícil, realmente yo pienso que no es factible“, razonó.
Dijo que se debe establece una metodología donde se le pueda permitir a las personas salir hasta ciertos puntos y periodos, con distanciamiento social y mascarillas.
“Quizás uno o dos días a la semana hacer cuarentena total, por ejemplo los fines de semanas, porque sábado y domingo se pasa por los barrios y te da cuenta que hay mucha juntadera, mucha chercha, no ha llegado conciencia todavía del problema que tenemos, y creo que eso podría ser algo que, de nuevo sugerimos, hay que evaluar, pero aún dos días es muy difícil de implementar en la masa pobre“, argumentó.
Defiende trabajo que están realizando los especialistas en los hospitales frente al COVID-19
El cardiólogo Pedro Ureña destacó el trabajo que están haciendo sus colegas especialistas en los hospitales públicos enfrentando la pandemia del coronavirus, a tal punto que sabe de varios de ellos que han resultado contagiados.
“Mira como médico yo te diría que yo no puedo dar un juicio de valor sobre quiénes están yendo a los hospitales, yo si tengo muchos colegas que están danto lo mejor de si, que están trabajando muchas horas, tengo colegas que se han enfermado, tratando pacientes, enfermeras que se han enfermado, creo que no se puede decir que los médicos no están trabajando de manera adecuada, al contrario creo que están dando lo mejor“, dijo el facultativo.
Explicó que ya sería algo muy personal que existan especialistas que no estén cumpliendo con su deber, pero asegura que la clase médica en estos momentos se está creciendo.
“Y fíjate en San Francisco de Macorís, por ejemplo, yo tengo colegas a quienes le profeso mucho aprecio, y hay que ver a esas personas como han estado trabajando 24 y 48 horas sin descansar“, enfatizó.
Agregó que tiene amigas cardiólogas que lo han llamado por teléfono llorando, diciéndole lo terrible que la han estado pasando, y no obstante esa situación, esas personas han estado en el frente de trabajo.
“Tu sabes, yo no creo que podamos decir que la clase médica no está respondiendo, yo creo que estamos dando lo mejor, y cada uno desde su parcela, como decimos en buen dominicano, está tratando de hacer lo que pueda“, insistió el facultativo.
Dijo desconocer si en algunos hospitales en particular, no ha sido el caso en que los especialistas estén presentes, pero en general cree que la clase médica si está respondiendo.
Aclara una prueba rápida que de un falso negativo no implica que sea deficiente
En torno a las críticas que se hacen a las pruebas rápidas porque suelen dar un faso positivo, el galeno dijo que las mismas tienen un nivel de sensibilidad de entre un 85 a un 90 por ciento.
Sin embargo aclaró que su efectividad hay que verla desde la perspectiva de, en que fase se encuentre la enfermedad, porque hay que recordar que son anticuerpos que toman días en desarrollarse.
“Si tu tiene una enfermedad y yo te hago una prueba, y no tiene anticuerpo todavía, la prueba te va a dar negativa, pero eso no significa que esa prueba sea mala“, explicó.
El doctor Pedro Ureña dijo que lo que sucede es que lo que está midiendo la prueba, todavía no lo puede medir porque no está en el cuerpo.
Agregó que la estrategia que se está utilizando en muchos países es que si se hace la prueba de anticuerpo y da positiva se detiene el estudio ahí porque ya se sabe que tiene el virus, pero si está negativa entonces se hace la PCR de manera rápida, que es más costosa, toma un poquito más de tiempo, pero es una forma de minimizar el escape de pacientes que potencialmente pueden ser positivos, y pensando que están negativos entonces sean enviado a las calles, creyendo que están bien y no lo están.