Trabajadores dominicanos sin razones para celebrar su día

Santo Domingo.-Más que celebrar las reivindicaciones laborales que fueron alcanzadas a raíz de la ejecución, en Estado Unidos, de un grupo de sindicalistas que en 1886 abogaron por jornadas laborales de solo 8 horas por días, los trabajadores dominicanos dicen tener, hoy, más desafíos.

Rosaria Vásquez tiene 67 años de edad, sufre de diabetes y dice estar obligada a salir a la calle Juan Erazo del Distrito Nacional a vender té y arepa, a pesar de ser parte de la población más vulnerable al COVID-19. Al igual que Rosaria, 5 de cada 10 dominicanos trabajan de manera informal en la República Dominicana. Estos no tienen las posibilidades de pagar un seguro de salud, ni de ahorrar para su retiro y se quejan de que no son tomados en cuenta por los programas sociales del gobierno.

"A mi no me han dado ni una fundita. Bueno, esta mascarilla me la dieron ayer, más nada", declaró el señor Reyes Abreu, quien se dedica a vender empanadas en el sector Villa Juana.

De su lado, los asalariados critican el marco legal que regula los fondos de pensiones en el país. Estiman que por más que trabajen los fondos que recibirán a la hora de su retiro serán insignificantes.

En adición a esto el Ministerio de Trabajo reporta que 846 mil 549 trabajadores fueron suspendidos de sus trabajos sin derecho a sueldo. De estos 633 mil 715 están siendo ayudados por el gobierno con un aporte económicos de 8 mil 500 pesos que serán entregados durante el periodo de la cuarentena por el coronavirus.

Frente a la dificultades que enfrenta el sector trabajador; Antonio Valdez de 74 años de edad, quien dice haber trabajado desde que tiene uso de razón y que en los últimos 52 años se ha desempeñado como vendedor de carne de pollo, invita a celebrar el Día del Trabaja trabajando.