Santo Domingo, 10 de mayo. – A veintidós años de la muerte del doctor José Francisco Peña Gómez, el subsecretario General del Partido Revolucionario Dominicano (PRD); ingeniero Enrique Muñoz, aseveró que lo único que impidió al insigne político ser presidente de la República, fue la muerte, “y no el color de su piel como han insinuado algunos”
Dijo que, a pesar de la conjetura que su piel negra constituyera una barrera, “lo cierto es que logró vencer ese racismo visceral, pero, la falta de tiempo le impidió lograrlo al fallecer con apenas 61 años de edad, dotado aún con excepcionales y extraordinarias condiciones intelectuales y de un sólido liderazgo”.
Muñoz, reveló que el periodista de la agencia EFE Alfonso Palomares; quien en una ocasión acompañaba al presidente del gobierno Español Felipe González, en Panamá; le preguntó a Peña, que si “ser negro condicionaba su vida política”.
Ante la pregunta, Peña Gómez respondió: “por supuesto que sí, pero es un desafío que tengo que ganar si quiero jugar un papel importante en el paisaje político dominicano. La lucha contra el racismo la tenemos que ganar desde un punto de vista humanista”.
Al cumplirse este domingo 22 años de su partida física, el dirigente perredeista destacó que, a fuerza de voluntad y talento, Peña Gómez logró superar todas las zancadillas que el destino puso en su camino desde el día de su nacimiento.
Asimismo, expresó que sus más acérrimos contrarios llegaron a comprender que el fenecido líder internacionalista nunca tuvo como objetivo, ni planteó, unir la República Dominicana con Haití, que no era comunista y mucho menos agente de la CIA “como fabulaban algunos y en consecuencia depusieron su actitud”.
Mediante un documento remitido a la prensa, el político exclamó; “Honremos a Peña Gómez luchando por los más pobres, manteniendo vivas la solidaridad y el amor a los demás seres humanos, sin importar su condición social, religión, o color de la piel”.
Peña Gómez, es considerado un prócer dominicano, falleció un día como hoy, 10 de mayo, de 1998, en su residencia campestre ubicada en el poblado de Cambita Garabito, en San Cristóbal; seis días antes de las elecciones en que postulaba como Alcalde de la Ciudad Primada de América (Distrito Nacional), por su amado PRD.