Desde ya cuando se inició el proceso electoral municipal los profesionales invasores de terrenos públicos y privados han dado avance a sus continuas actitudes delincuenciales que bajo el pretexto de no tener títulos se toman para sí tierras que luego revenden engañando a terceros compradores que luego relaman tener derechos sobre esa propiedad.
Esta costumbre se está poniendo en práctica bajo banderas partidarias dependiendo de quien haya ganado en cada municipio.
Es evidente que esa actividad no cuenta con anuencia de ningún dirigente político partidario pero los invasores siempre tendrán un motivo para cometer su fechoría.
Parques yermos, finas privadas, tierras estatales, en fin todo lo que los invasores entienden que es culpable forma parte de su catálogo irregular.
Aquí es que las autoridades deben poner atención de tal manera que estos elementos oportunistas no encuentren aliados en los puestos policiales y militares de cualquier localidad a cuyos miembros también les ofrecen un solar con tal de lograr su apoyo irunstanial.
Esto así porque definitivamente muchos miembros de las instituciones armadas son muy pobres prestándose muchas veces a avalar la iniciativa de invasión con tal de obtener un solar presuntamente propio.
Son muchas las personas trabajadoras víctimas de ocupantes de terrenos que revenden y engañan a otros con contratos fraudulentos que luego terminan en los tribunales con ordenes de desalojos pero los más perjudicados son los propietarios originales.
Todos sabemos la lentitud de la justicia donde nunca terminan los procesos, y más cuando de actividades delincuenciales se trata.
Tenemos casos como Bahía de las Aguilas en términos plus pero también propiedades de terrenos particulares cuyos dueños son personas que han ahorrado toda una vida para comprar alguna propiedad que luego es invadida por estos antisociales durante campañas electorales.
Ahora en el cambio que deberá originarse para las presidenciales en el tribunal de tierras deben estar ojo avizor ante los invasores que ya están actuando desde las municipales.
La inseguridad jurídica que nos agobia se manifiesta en varios sentidos y las tomas de terrenos son las más comunes a extranjeros que invierten en ese renglón , también a dominicanos que realizan alguna inversión para construir una fina o una residencia y terminan engañados por medio de estos métodos violatorios de las buenas costumbres.