República Dominicana-El Foro Ciudadano espacio integrado por más de 200 organizaciones sociales, presentó posibles estrategias que buscan más exclusividad y humanitarismo en las disposiciones emitidas por el Poder Ejecutivo ante la crisis, a propósito de la aprobación de Estado de Emergencia.
Las propuestas fueron elaboradas en el marco del Diálogo Ciudadano, actividad para identificar acciones y mecanismos que ayuden al combate del COVID-19. Durante el mismo, diferentes organizaciones presentaron sus ideas teniendo en cuenta las urgencias sanitarias de toda la población.
“Estamos de acuerdo con volver al Estado de Emergencia, pues entendemos que la cuarentena es la mejor opción para detener el avance vertiginoso de este virus, pero esto no significa que, basándose en la necesidad del confinamiento y el distanciamiento social, nos repitan la historia de restringir a la ciudadanía al rol de mera observadora y consumidora de los cambios efectuados diariamente sin la participación de la población” declaró el consorcio.
Enfatizaron que es de suma importancia priorizar a los grupos de la sociedad más vulnerables y afectados por el virus. “Personas con discapacidad, trabajadores-as informales, personas que viven en las calles, inmigrantes, envejecientes, mujeres y niños, son los más expuestos a sufrir desigualdades en estos momentos” destacaron las organizaciones.
Con una cantidad de catorce (14) propuestas, el Foro hace el llamado a las autoridades a que en esta nueva solicitud de Estado de Emergencia consideren las demandas de la sociedad civil dominicana. “Olvidamos que estamos en un país democrático. El Estado de emergencia debe ser también democrático” agregó el espacio.
A continuación las propuestas del Foro Ciudadano:
PRIMER: Se requiere una mayor cualificación del personal profesional de la autoridad sanitaria, tanto a nivel central como territorial para poder liderar el proceso basado en evidencias y en el análisis de las intervenciones. Mejorar los programas de formación y garantizar la estabilidad de este personal pudiera ser conveniente.
SEGUNDO: mejorar las medidas de bioseguridad para el personal sanitario que en estos momentos están trabajando a nivel nacional con serias limitaciones.
TERCERO: estamos de acuerdo con volver al Estado de Emergencia, pues entendemos que la cuarentena es la mejor opción para detener el avance vertiginoso de este virus. Pero esto no significa que, basándose en la necesidad del confinamiento y el distanciamiento social, nos repitan la historia de restringir a la ciudadanía al rol de mera observadora y consumidora de los desconcertantes cambios que una serie de comisiones “iluminadas” y verticales se inventan cada día sin la participación de la población.
CUARTO: Es necesario potenciar los elementos más importantes de un sistema democrático, la información y las acciones pedagógicas que hacen al ciudadano más libre y capaz de combatir la pandemia a partir del razonamiento lógico y las sinergias ciudadanas fomentadas por el Estado. Es pues esencial imaginar soluciones democráticas basadas en la democracia participativa a nivel de las expresiones mínimas territoriales, o sea desde abajo, desde los vecindarios y las comunidades, y en la educación cívica orientada a la solidaridad y cooperación, para romper con el monopolio de la política, que inutiliza la ciudadanía castrando su labor, su trabajo y su acción.
QUINTO: Urge cambiar el enfoque. Búsqueda activa de casos y contactos, su posterior aislamiento y diagnóstico/atención. Al mismo tiempo, prepararnos para adelantarnos a nuevas situaciones parecidas: enfrentar la desigualdad, reducir el predominio del mercado, mejorar la capacidad de la red pública, desarrollar el enfoque de la salud pública y garantizar la participación emancipadora de las comunidades, garantizado el derecho que tiene toda la población a la salud, sin distinción de raza, procedencia, sexo, estatus social o condición de discapacidad.
SEXTO: Desarrollar un sistema en salud público inclusivo y accesible, sobre la base de redes de servicios de salud más allá de sumatoria de establecimientos (por servicios o por procesos) sobre la base de la Atención Primaria en Salud, no restringida al primer nivel.
SÉPTIMO: Hay que generar procesos didácticos y lúdicos para explicar a los-as niños-as qué está pasando, por qué tienen que quedarme todo el tiempo en casa y por qué no acercarse a sus abuelos-as.
OCTAVO: Definir un protocolo de atención y trato digno a las Personas con discapacidad, que minimice los riesgos de contagio (hasta ir a un chequeo rutinario), así como un manual o protocolo de manejo en casa de las personas contagiadas de COVID-19 en formato accesibles para las discapacidades, sobre todo las sensoriales.
NOVENO: Lo ideal para los hospitales es contratar a un intérprete de lengua de señas para asistir y apoyar a las personas sordas, sin embargo, sugerimos que en salud se pueda utilizar las mascarillas transparentes, para mejorar la comunicación con las personas sordas o hipoacúsica; de modo que estas personas puedan entender leyendo los labios. Los médicos pueden usar dispositivos electrónicos, como tabletas o celulares que permiten una mejor comunicación con la comunidad de personas sordas.
DÉCIMO: Disponer espacios de aislamiento dignos, con todas las comodidades para las personas envejecientes, personas con discapacidad y niños-as, que permita el aislamiento sin riesgo. Incluso alquilando espacios mientras esté la pandemia.
DÉCIMO PRIMERO: Disponer de un personal entrenado para el cuidado de las personas en aislamiento. Esto pudiera generar una economía del cuidado y quitarles el paternalismo a las transferencias.
DÉCIMO SEGUNDO: Crear una red coordinada con el estado de instituciones que trabajan con personas con discapacidad, de forma que puedan prestar ayuda a los COVID positivos con discapacidad, si lo necesitare.
DÉCIMO TERCERO: Crear una red de instituciones y personas activas de apoyo a la mujer, por medio a redes sociales y otros mecanismos innovadores.
DÉCIMO CUARTO: Abrir brechas de inclusión en los distintos programas tanto a dominicanos-as indocumentados, como de extranjeros excluidos de los programas.