Luis Abinader asume presidencia con grandes retos

República Dominicana. La inesperada pandemia provocada por el coronavirus, con su secuela de millones de infectados y cientos de miles de fallecidos en todo el planeta, ha  degenerado no solo en una crisis sanitaria sino también en una profunda crisis económica global, que ha provocado  un crecimiento económico negativo del Producto Interno Bruto Mundial.

La República Dominica no está exenta de las repercusiones nocivas del coronavirus. Y al igual que todos los países hermanos, las consecuencias nocivas del arribo del covid-19 a nuestras playas se han hecho sentir.

En el ámbito de la salud, el último informe de Salud Publica arroja un saldo de 52, 855 contagiados y 981 fallecidos.

En lo económico los resultados no son menos preocupantes, para el mes de abril organismos Internacionales como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo, vaticinaban crecimiento de 0% de nuestra economía, un buen desempeño si te toma en consideración  que para la región pronosticaban una caída de un 5% del PIB.

Sin embargo, en su último informe del mes de julio la Cepal ha modificado sus proyecciones, y augura un crecimiento negativo de 5.5% de la economía dominicana para finales del 2020, además de un importante incremento de la pobreza, la indigencia y el desempleo.

Es en este escenario nada halagüeño que Luis Abinader, presidente electo en las elecciones extraordinarias del pasado 5 de julio asumirá el Poder Ejecutivo, definitivamente en un momento muy difícil para la economía y el sistema sanitario del país.

Al punto, que por primera vez en la historia un presidente asumirá el solio presidencial en medio de un Estado de Emergencia, debido a que el proceso de desescalada económica concebido por el gobierno resulto fallido, porque en su ejecución se incrementó vertiginosamente el número de contagiados y fallecidos.

No  caben dudas que Luis Abinader asume la jefatura del Estado en un momento crítico, y que requerirá la colaboración de todos los sectores productivos, sociales y políticos, para poder sortear con éxito la situación sanitaria y económica que mantiene en ascuas a la sociedad dominicana.

Luis Abinader, que ganó con amplio apoyo la presidencia, deberá utilizar este activo para poner en la agenda nacional un protocolo sanitario que frene y reduzca la ola de contagios de coronavirus, así como un agresivo y novedoso plan de iniciativas de corto plazo para reactivar la economía y recuperar los empleos perdidos por la pandemia.

A mediado y largo promover las reformas estructurales que permitan mantener un crecimiento económico sostenido que propicie además, la inclusión social y económica.

Para alcanzar este objetivo el presidente electo deberá poner a prueba su liderazgo, para lograr la cohesión social que amerita estos tiempos de crisis y que él mismo promovió en la campaña electoral.