República Dominicana. Esta más que comprobado que la educación brinda a las sociedades los conocimientos necesarios para estimular y promover su desarrollo integral.
Solo los países que han invertido adecuadamente en educación en el largo plazo dotan a sus ciudadanos de actitudes y valores que les permiten fomentar la productividad suficiente para competir con éxito en el mercado internacional.
Pero además forjar un Estado con gobernantes y ciudadanos capaces de interiorizar de manera consciente la solidaridad, la paz, la justicia social y el respecto al medio ambiente que son necesarios para garantizar un Estado de bienestar.
La teoría económica sobre crecimiento económico, considera que la educación, el capital físico, el trabajo y el progreso tecnológico, son los factores determinantes de la tasa de crecimiento a largo plazo.
Sin embargo, la experiencia internacional revela que sin una adecuada educación, no es posible aprovechar apropiadamente los demás factores de producción mencionados anteriormente.
Los resultados de la prueba PISA 2018 señalan un declive en la educación de los estudiantes dominicanos en el rendimiento de Ciencias, Lectura, y Matemática, con respecto a la prueba anterior PISA 2015.
Por tanto, si no adelantamos en materia de educación, no podremos competir en el mercado internacional con productos y servicios competitivos, que nos permitan mejorar nuestra relación de intercambio.
En consecuencia, a pesar del impacto negativo que el coronavirus está causando a la salud, la economía y la cotidianidad del país, hay que hacer todo lo humanamente posible para evitar que se pierda este año escolar. Ya que eso implicaría ahondar más las desventajas competitivas.
Afortunadamente, el ministro de Educación designado, Roberto Fulcar, informó que luego de consultar a todos los sectores involucrados a la educación, se definió un protocolo sanitario, para minimizar el riesgo de contagio del coronavirus.
Pero igualmente importante es que el profesor Fulcar, está consciente de la baja calidad de la educación como lo establece la prueba PISA por lo que afirmo que “Vamos de fracaso en fracaso reprobando todas las investigaciones nacionales e internacionales que se hacen, es que el modelo no funciona y aseguró que la educación es un tema nación que no puede ser ni la propiedad ni el capricho de un presidente, ni de un gobierno, ni de un partido y mucho de menos de un ministro, porque todos son pasajeros, “lo correcto es que si se harán cambios profundos se consulten a los sectores que están vinculados de manera directa e indirecta”.
Por supuesto, es indispensable que los padres contribuyan a la causa haciendo que sus hijos se incorporen a las clases desde el primer día, independientemente de la metodología que se aplique.
Todos debemos entender que la educación es hoy en día, sin discusión alguna, el único instrumento tangible e intangible de desarrollo con que cuentan los países.
Solo los países educados, con economías fuertes, pueden ejercer su soberanía y se pueden emancipar de los designios de los países que gustan de avasallar valiéndose de su predominio geopolítico y geoeconómico.
Ya lo dijo el presidente Danilo Medina, “la educación es el otro nombre de la libertad.
¡Pues si no estudiamos seremos esclavos!