Cristina Lizardo confía en renovación PLD y respeta decisión de quienes se desliguen de la organización

República Dominicana. La disciplina, la unidad y la armonía partidaria, convirtieron al Partido de la Liberación Dominicana en la organización política más exitosa del siglo veinte de nuestro país.

Cualidades que lo llevaron a ser el partido hegemónico de nuestro sistema político, tras gobernar durante 20 de los últimos 24 años de la vida democrática de la Republica Dominicana.

Sin embargo el grupismo y el fuerte enfrentamiento que rayó en lo irracional, entre las facciones de Danilo Medina y Leonel Fernández, destruyeron la unidad partidaria.

Luego de las primarias internas fallidas del pasado 6 de octubre, vino la división y en las elecciones extraordinarias del 5 de julio, perdieron el poder, tras ostentarlo durante 16 años consecutivos.

La crisis interna que los separo del control absoluto del Estado, motivó la renuncia de cientos de peledeistas, y la estampida continua, pues en esta semana el quipo político del senador Dionis Sánchez renunció del PLD, para pasar a las filas de la Fuerza del Pueblo.

Sin embargo, la senadora peledeista Cristina Lizardo que respeta esa decisión, alegando que toda persona debe militar en el partido político que juzgue conveniente, “cada quien debe estar donde le convenga a sus interés pero pienso que es necesario modificar la ley de Partidos Políticos para que no hayan tantos sobresaltos”.

Cristina Lizardo aseguro que el PLD saldrá renovado y fortalecido del congreso pautado para el  4 de octubre, en condiciones para hacer una oposición de calidad.

Se recuerda que a principios de esa semana, al ser interpelado sobre los rumores de que en los próximos días habrían nuevas renuncias de alcaldes, senadores y legisladores molestos por la división y la derrota, el presidente del PLD Temistocle Monta advirtió que “todo el que se quiera retirar, lo puede hacer”.

Igualmente varios han pedido una profunda renovación partidaria y la renuncia de los miembros del comité político, a quienes acusan del descalabro de la organización política en pasado proceso electoral.