República Dominicana.-El presidente de la Asamblea Nacional, Eduardo Estrella, dijo que todo el que cuenta pendiente con la justicia, debe ser llevado ante ella.
En su discurso este 16 de agosto, antes de entregar la banda presidencial al presidente Luis Abinader, el senador por Santiago indicó que esto pasará “sin retaliación, pero que esto nunca signifique permitir el favoritismo y mucho menos la protección, ya que el pueblo espera que el Estado recupere los fondos que se ha llevado la corrupción”.
También recomendó a Abinader que “que muchos pregonarán ser sus amigos pero sus verdaderos amigos serán aquellos que con sus propuestas y su conducta ejemplar lo ayuden a ejecutar un gobierno que cumpla con las necesidades del pueblo dominicano”, recalcó.
A continuación el discurso íntegro de Eduardo Estrella
Decía Gregorio Luperón que “El que ama a la patria no puede comprometerla, no puede venderla ni traicionarla, sino servirla y defenderla”, pues bien, hoy celebramos justamente eso, compromiso con nuestra patria y servicio a ella, rindiendo tributo a los héroes de la Restauración y haciendo coincidir este homenaje con la fecha de investidura de un nuevo presidente y una nueva vicepresidenta de la República.
Nuestros honores a héroes que como el general Gregorio Luperón nos legaron el ejemplo de que las conquistas requieren sacrificios. / Con la guerra restauradora nuestra República Dominicana volvió a ser un país independiente, lucha que libramos día a día.
Hoy el país se enfrenta a grandes retos, retos que la historia nos ha puesto en el camino, el más importante preservar la salud de nuestra población seguido de la responsabilidad de proteger y relanzar la economía para garantizar el sustento de cada familia.
A pesar de la situación por la que atraviesa nuestra nación, debido a la inoportuna y desafiante pandemia producto del Covid-19, los dominicanos una vez más abrazaremos nuestra fé cristiana para salir airosos y encaminar nuestro país por senderos de paz y fortalecimiento de la salud, la educación y la economía. / Para lograr esta meta, es necesario contar con las iniciativas y ejecutorias de Estado que garanticen una administración pública responsable y transparente, capaz de involucrar al pueblo y convertirlo en un aliado, que junto a todos los sectores de la vida nacional, formemos parte de las soluciones esperadas.
Quienes asumimos hoy como funcionarios electos, nuevos o ya experimentados, debemos tener muy presente que en la vida pública lo importante no es como se empieza si no como se termina, por lo que todos debemos día a día cumplir con nuestras responsabilidades ante el pueblo que con su voto, nos dio su confianza.
Desde el Congreso Nacional asumimos, el compromiso como poder del Estado de trabajar sin descanso para garantizar que cada ciudadano se sienta debidamente representado, para como legisladores fiscalizar la debida ejecución del presupuesto nacional y velar por el uso transparente de los recursos del Estado.
Señor presidente Luís Abinader, el pueblo que lo eligió de manera contundente, tiene cifradas grandes esperanzas, en que usted, junto al equipo de hombres y mujeres que le acompañarán, impulsaran el país para salir de la crisis en la que se encuentra, para encauzarlo por senderos de desarrollo, de seguridad, de competitividad, de transparencia y rendición de cuentas.
Usted podrá contar con el Congreso Nacional, y más aún en estos tiempos de crisis, que sin renunciar a su papel de fiscalizador y a su rol de contrapeso, estará dispuesto de manera sincera a acompañarle en cada iniciativa de avance para nuestro país y en cada proyecto en pro de los mejores intereses de la nación.
Señor Presidente, estamos seguros que usted como máximo gerente del destino de nuestra patria, responderá con el ejemplo al clamor que hace el pueblo dominicano al unísono, pidiendo que se restauren los principios y valores debilitados por la corrupción. Ese mismo grito colectivo, pide que se restauren la ética, el trabajo honesto y eficiente, la transparencia, la humildad, la justicia independiente, el respeto a la ley, el comportamiento correcto de los servidores públicos, y el apego a valores humanos y dominicanistas.
Hoy que usted asume el soleo presidencial, entiendo propicia la ocasión para recordarle que muchos pregonaran ser sus amigos, pero sus verdaderos amigos serán aquellos que con su trabajo, sus iniciativas, sus propuestas y su conducta ejemplar, lo ayuden a realizar la gestión de gobierno que responda a las necesidades del pueblo dominicano.
Que satisfacción me causa mirar en esta magna sala la cantidad de jóvenes políticos que recién comienzan a trillar una carrera al servicio del país, pues ellos representan la restauración, significan el relevo generacional, significan futuro, significan el cambio verdadero, significan el ideal puro de la nación. Son hombres y mujeres capacitados y cargados de grandes sueños para el porvenir. Esto nos confirma, que la patria no morirá jamás, que no es cierto que ‘todo está perdido’, porque siempre habrán patriotas dispuestos a recordar, que la democracia sin una real participación se descompone.
Este Congreso tiene el compromiso de romper con la práctica, de que proyectos importantes, que espera y necesita la nación, duren hasta más de una década pasando de una cámara a la otra sin que se materialice su aprobación definitiva. De estas herramientas necesita el país para su desarrollo.
En la República Dominicana cada ciudadano debe estar protegido, que no haya ninguna persona que siga sintiéndose insegura en su propia casa, en las calles, que no haya ningún campesino sin respaldo para hacer producir sus tierras, que no quede ningún niño fuera de las escuelas, que no quede ninguna madre sin un techo seguro para sus hijos, que no quede ningún padre sin un trabajo que le genere el sustento de su familia.
La impunidad que tanto nos ha costado es uno de los peores males que afecta nuestra sociedad, una impunidad que apaña una corrupción que llegó a niveles inimaginables, una impunidad que debe ser blanco de nuestra condena y de nuestra lucha por desaparecerla. Todo el que tenga cuentas pendientes con la justicia debe ser llevado ante ella, sin retaliación, pero que esto, nunca signifique permitir el favoritismo y mucho menos la protección, ya que el pueblo espera que el Estado recupere los fondos que se ha llevado la corrupción.
El sistema de justicia tiene metas inconclusas y para que las mismas puedan ser logradas es necesario contar con hombres y mujeres honestos, que a su vez sean respaldados, respetando su independencia y valentía.
¡Señor Presidente!, el pueblo dominicano dió un ejemplo a todos, desafiando los peligros de una pandemia que se ha enseñoreado sobre todas las naciones, sin distinciones de ningún tipo, al concurrir a las urnas y plasmar la victoria que el país celebra, a la espera de los cambios y transformaciones prometidas. El pueblo pidió un cambio y llegó la hora del cambio.
Las legisladoras y legisladores tenemos que jugar nuestro rol de fiscalizar con energía y con independencia, pero también con la humildad y la transparencia para que el pueblo sepa que tiene el poder de fiscalizar nuestras acciones si así lo considera, es decir estaremos abiertos y obligados a que nuestra gestión también sea monitoreada y evaluada.
No hay democracia sin congreso y mientras mayor participación les demos a los ciudadanos mayor legitimidad tendrán nuestras decisiones.
Presidente Abinader, usted ha dado muestras sobradas de perseverancia y amor por su Patria, con una hoja personal y profesional por todos valorada, con alta sensibilidad social, comprometido con la ética y la transparencia, con propuestas bien pensadas y viables que desde la primera magistratura de la nación estamos seguros que las llevará a cabo, para enfrentar de manera responsable y decidida, los problemas que por años han castigado a la gente.
Entre todos tenemos que vencer el desafío del presente, para juntos convertirnos en la esperanza del futuro.
Hoy más que nunca debemos gritar a los cuatro vientos: Dios, Patria y Libertad.
¡Que vivan nuestros Padres Fundadores!
¡Que vivan los restauradores!
¡Que viva la República Dominicana!
Santo Domingo de Guzmán, República Dominicana,
16 de agosto del año 2020.