República Dominicana.-Luis Rodolfo Abinader Corona llega este domingo a la Presidencia de la República, cuando la democracia dominicana post-Trujillo se acerca a las seis décadas, una etapa política floreciente, con algunas manchas de alternabilidades interrumpidas.
Con el ajusticiamiento del dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina el 30 de mayo de 1961, el país comenzó a respirar alientos de libertades, luego de más de 30 años de tiranía.
Tras la decapitación de la dictadura, República Dominicana se sumergió en una crisis política, dando paso a un consejo de Estado que tuvo como presidente a Rafael Filiberto Bonelly, quien organizó las primeras elecciones democráticas luego del derrumbe de la dictadura, donde resultó electo el político y escritor Juan Bosch Gaviño, un vegano de 54 años con ascendencia española, candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano.
El Profesor Bosch ganó las elecciones el 20 de diciembre de 1962, asumió la presidencia en febrero del año siguiente, y siete meses después su gobierno fue víctima de una conspiración político-militar que terminó en golpe de estado el 25 de septiembre de 1963, marchitando los anhelos, sueños y esperanza de un pueblo que recién iniciaba su vida en democracia.
Con la caída del gobierno de Bosch, las élites y los partidos perdedores integran el denominado Triunvirato, que por poco tiempo tuvo entre sus presidentes a Bartolomé Benoit, el general Antonio Imbert Barrera y el empresario Donald Reid Cabral.
A partir de entonces se inicia en el país una nueva etapa de inestabilidad política y menos de dos años después, en abril de 1965, estalla una guerra cívico-militar entre los defensores del retorno a la presidencia de Juan Bosch y los que añoraban perpetuarse en el poder.
En medio de la guerra una fuerza militar interamericana, encabezada por Estados Unidos invade la nación y la República Dominicana pasa a tener dos presidentes: Uno en el Palacio Nacional y otro en la llamada Zona Constitucionalista que operaba en la Ciudad Colonial bajo las riendas del líder militar de la revuelta, el coronel Francisco Alberto Caamaño.
Tras una salida negociada de la crisis, Héctor García Godoy se queda como presidente interino de la República y organiza elecciones en 1966 con el país aún intervenido, ganando los comicios el doctor Joaquín Balaguer, quien seis años antes había sido presidente títere del ajusticiado dictador Rafael Trujillo Molina.
Vendido a los electores como el candidato de la paz y encabezando la boleta del Partido Reformista, fundado dos años antes en el exterior, Joaquín Balaguer Ricardo asume la presidencia a los 60 años, el primero de julio de 1966.
Luego de salir triunfante como candidato reeleccionista en comicios con resultados muy cuestionados en 1970 y 1974, Balaguer pierde en su tercer intento a la reelección y cede el poder al hacendado del Cibao, Antonio Guzmán Fernández, entonces con 67 años, candidato presidencial del PRD.
Seis semanas antes de concluir su mandato, en abril de 1982, el presidente Guzmán Fernández se suicida de un disparo a la cabeza, y asume la presidencia por 43 días el vicepresidente Jacobo Majluta Azar.
Con un proceso electoral en marcha, el Partido Revolucionario Dominicano gana de nuevo las elecciones llevando como candidato presidencial al abogado de Santiago, Salvador Jorge Blanco, quien asume el poder en agosto de 1982, a los 56 años.
Con un partido blanco minado por la crisis interna, el doctor Joaquín Balaguer vuelve al poder con casi 80 años de edad en 1986, tras derrotar al licenciado Jacobo Majluta, candidato presidencial del PRD.
Con un Partido Reformista fortalecido luego de la fusión hecha con el Partido Revolucionario Social Cristiano, el doctor Joaquín Balaguer se enracha de nuevo y gana las elecciones de 1990 y las de 1994 con las mismas denuncias de fraude que surgieron en la era de los 12 años.
Las acusaciones de fraude hechas por Juan Bosch y el Partido de la Liberación Dominicana en 1990 no prosperaron, pero en 1994 José Francisco Peña Gómez y el PRD se envalentonaron, alcanzando un acuerdo político que, entre otras cosas, logró recortar en dos años el último mandato del envejecido líder reformista.
Con unas elecciones fuera de fecha en 1996 y condicionada a la obtención de la mitad más uno de los votos para poder salir victorioso, José Francisco Peña Gómez se queda corto aún con el doctor Balaguer fuera de la contienda, obligando a una segunda vuelta que fue ganada por el PLD y su candidato Presidencial Leonel Fernández, de 42 años, con el apoyo del Partido Reformista, el mismo que seis años antes fue acusado por los peledeistas de fraude electoral.
El primer capítulo del PLD sólo duró cuatro años, y en el año dos mil, luego de 14 años fuera del poder vuelve el PRD al Gobierno, teniendo como presidente de la República al agrónomo de Gurabo, Hipólito Mejía Domínguez, entonces con 59 años.
Encabezando un periodo de gobierno tormentoso, con quiebra de bancos, reforma constitucional, un PRD dividido, crisis económica y descontento social, Hipólito Mejía fracasa en su intento reeleccionista, permitiendo el retorno al poder de Leonel Fernández y el PLD, a partir del 2004.
Leonel apuesta con éxito a la reelección y repite en el 2008, dando paso en el 2012 a Danilo Medina, de 61 años, quien repite la historia en el 2016.
Danilo se va este 16 de agosto, y a partir de este domingo le corresponde a Luis Rodolfo Abinader Corona y al PRM escribir el siguiente capítulo de la historia política dominicana.