República Dominicana.-Las lluvias generadas por la tormenta tropical Laura han dejado consecuencias fatales en República Dominicana.
Dos personas murieron luego de que el vehículo en el que se transportaban fuera aplastado por el derrumbe de una pared, en el barrio las Palmeras, del kilómetro 14 de la autopista Duarte.
Los daños son múltiples. En el sector Los Ríos, en el Distrito Nacional, el desbordamiento de una cañada provocó que varias casas colapsaran.
Por los efectos de la tormenta, muchos han quedado con sus pertenencias a la intemperie.
“Mi casa se llenó de agua, mis cosas se mojaron, muchas se dañaron por el agua, tuve que venir para donde mi hermana con mis hijos”, manifestó Maira Castro, residente en el barrio Guachupita.
Al igual que en La Ciénaga, en El Café de Herrera, en Santo Domingo Oeste, el solo anuncio de la formación de un fenómeno tropical, constituye una amenaza para sus residentes.
La gente que vive en barrios levantados a la orilla del nauseabundo Ozama, están prácticamente con el agua al cuello.
“No hemos dormido, sacando agua, para no ahogarnos dentro de la casa”, expresó Radhamez Ortiz, un ciudadano del mencionado lugar.
Las aguas y vientos de Laura desnudaron aún más las precariedades en las que durante décadas han vivido.
“Por aquí no ha venido nadie a ayudarnos, aquie estamos esperando, pasando las mil y una necesidades”, puntualizó Maicol Soto, habitante en La Ciénega, en el Distrito Nacional.
Como otros fenómenos, unos de menor intensidad que otros, las aguas de Laura también dejaron al descubierto los vicios en construcción de calles y avenidas.
“Por aquí cada vez que llueve las calles se ponen intransitables, y las autoridades no hacen nada, de una simple lluvia estamos pasando trabajo”, dijo Irma Pérez, residente en el barrio Guachupita.