SANTO DOMINGO, RD.-Este martes, primero de septiembre, se cumplen 114 años del nacimiento del ex presidente dominicano, Joaquín Antonio Balaguer Ricardo, mejor conocido como Joaquín Balaguer, político de gran sabiduría, escritor, poeta, ensayista y estadista de sangre fría que gobernó la República Dominicana en los periodos 1960-1962; primero como presidente títere y luego llenando un vacío de poder tras la muerte a tiros del dictador Rafael Trujillo, y más adelante electo por el voto popular en 1966-1970-1974, derrotado en 1978 y 1982 y de regreso en 1986 hasta 1996.
Escribir sobre su vida, su dilatada carrera política y hasta de su muerte resulta tan interesante y divertido que cualquier amante del teclado podría pasar varios días reseñando capítulos y capítulos sobre una enigmática historia que se inició el primero de septiembre de 1906 y a más de 18 después de su muerte su legado en la política y las letras sigue gravitando de generación en generación en la sociedad dominicana.
Un hombre de baja estatura y siete veces presidente de la República, un record que conserva, exhibía una personalidad pacífica y gobernó sus últimos años ciego y enfermo, con graves limitaciones en ambas piernas.
Acusado de tirano, dictador, entreguista, caudillo y otros desagradables calificativos, Joaquín Balaguer también fomentó el desarrollo de la infraestructura urbana del país mediante la construcción, avenidas y edificaciones; presas, represas, embalses, escuelas y hasta obras faraónicas como el Faro a Colón.
Su aporte al país en ese campo incluye también autopistas y carreteras modernas, caminos vecinales, hospitales y otras obras relevantes fueron construidas en sus gobiernos.
Hijo de una familia humilde de Villa Bisonó ( hoy conocida como Navarrete), en la provincia de Santiago, eran sus padres Joaquín Balaguer Lespier, puertorriqueño de ascendencia española, y Carmen Celia Ricardo Heureaux, de origen francés por el lado materno, pero hija del dominicano de ascendencia española Manuel de Jesús Ricardo.
La abuela materna de Joaquín Balaguer, Leíto como se le llamaba en su pueblo natal, era Rosa Amelia Heureaux, prima del ex presidente Ulises Heureaux, asesinado en Moca el 26 de julio de 1899, por un grupo encabezado por Ramón Cáceres –MON-.
Unico varón de la pareja y criado entre varias mujeres, Joaquín Balaguer nunca se casó, aunque tuvo varios hijos de los cuales casi siempre se mantuvo distante.
Desde muy temprana edad se sintió atraído por la literatura y la composición de versos, los cuales fueron publicados en revistas locales.
Se interesó en la política debido a la ocupación militar norteamericana (1916-1924). Después de graduarse de “bachiller en ciencias y letras” en 1922, Balaguer obtuvo una licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, mientras asistía a las clases en la universidad, comenzó a ganarse la vida en el ámbito periodístico, como corrector de pruebas y, desde 1924 hasta 1928, como articulista en el diario La Información de Santiago de los Caballeros, y estudió por un breve período en la Universidad de París.
En su juventud, Balaguer escribió de la admiración que sentía por el paisano de su padre, el líder político de Puerto Rico, Pedro Albizu.
A pesar de las profundas diferencias con respecto a la ética y sus visiones del mundo, la vehemente y carismática retórica de Albizu cautivó la imaginación de Balaguer a tal punto que motivó su pasión por la política y el debate intelectual.8
En 1927, su prima Bienvenida Ricardo y Martínez, se casó con el general Rafael Leónidas Trujillo, quien llegaría a ser tres años después presidente de la República.
Balaguer comenzó su carrera política en 1930 (antes de que Trujillo tomara el control del gobierno), cuando fue nombrado Fiscal.
Luego de que se inscribiera en el Partido Dominicano y así pasó a formar parte del círculo de los colaboradores cercanos del dictador Rafael Leónidas Trujillo.
Durante la época de Trujillo se desempeñó como Secretario de la Legación Dominicana en Madrid (1932-1935), Subsecretario de la Presidencia (1936), Subsecretario de Relaciones Exteriores (1937), Embajador Extraordinario en Colombia y Ecuador (1940-43 y 1943-47), Embajador en México (1947-1949), Secretario de Educación (1949-1955), y Secretario de Estado de Relaciones Exteriores (1955-57).
A lo largo de las tres décadas de trabajo como político trujillista, Balaguer fue visto alternativamente tanto como empleado del régimen y como un distinguido colaborador cercano a Trujillo.
A pesar de que Trujillo disfrutaba humillando e insultando a sus sirvientes en público, el dictador jamás trató de degradar a Balaguer.
Balaguer reciprocó ese respeto hacia Trujillo durante los treinta años de dictadura como uno de los colaboradores más eficientes del régimen.
Cuando Trujillo dispuso que su hermano Héctor Bienvenido fuera reelegido a la presidencia en 1957, optó por Balaguer como vice-presidente. Tres años más tarde, cuando la Organización de los Estados Americanos (OEA) convenció al dictador de que no era apropiado tener a un miembro de su familia como presidente, Trujillo obligó a su hermano a renunciar, y Balaguer le sucedió en el cargo. Sin embargo, Balaguer no tenía prácticamente ningún poder, y fue considerado como un mero títere de Trujillo.
Cuando Trujillo fue asesinado en 1961 y a pesar de haber sido durante mucho tiempo colaborador del dictador, Balaguer tomó medidas para liberar al país del régimen con la concesión de algunas libertades civiles y suavizando la estricta censura a que Trujillo tenía sometida la prensa.
La OEA se mostró satisfecha y levantó las sanciones económicas impuestas a la República Dominicana, debido al intento de asesinato que Trujillo tramó en contra del presidente venezolano Rómulo Betancourt.
Sin embargo, las reformas provisionales de Balaguer fueron rechazadas por gran parte de la sociedad, ya que era presionado por los militares, por la derecha, por la izquierda, era abucheado en las calles por la ciudadanía y llamado muñequito de papel.
Debido a la presión ejercida por la Unión Cívica Nacional, un Consejo de Estado creado después de la muerte de Trujillo, Balaguer solo pudo retener el poder hasta 16 de enero de 1962.
Un golpe de Estado militar, dirigido por el jefe de la Fuerza Aérea Pedro Rodríguez Echavarría, lo obligó a exiliarse en Nueva York.
Durante el periodo 1962-1964 la República Dominicana solo tuvo siete meses de buena democracia, bajo la presidencia de Juan Bosch.
En 1963 formó el Partido Reformista y cuando un golpe militar derrocó a Bosch, observaba de cerca el período tumultuoso que dio lugar a la guerra civil del 24 de abril de 1965.
Después de la invasión militar estadounidense, el gobierno provisional encabezado por Héctor García Godoy, anunció elecciones generales para 1966.
Balaguer aprovechó la oportunidad, y con la enfermedad de su madre como excusa, le pidió permiso para regresar del exilio, el cual le fue concedido. A pesar de denuncias de fraude electoral, Balaguer juró como presidente de la República Dominicana el primero de julio de 1966.
Balaguer encontró una nación severamente golpeada por décadas de turbulencia, con tiempos cortos de paz, y prácticamente ignorantes de la democracia y los derechos humanos.
Durante su campaña electoral solía dirigir sus mensajes propagandísticos a la mujer dominicana y al campesino, tratando de atar a su proyecto político personal las fracciones más conservadoras de estos sectores sociales.
Trató de apaciguar a los supervivientes antitrujillistas y a los de la guerra civil de 1965, pero los asesinatos políticos continuaron siendo frecuentes durante su administración.
Tuvo éxito en la rehabilitación de las finanzas públicas, que estaban en un estado caótico, e impulsó un modesto programa de desarrollo económico.
Con la anuencia de sectores del gobierno se inició en el país la Operación Chapeo con la finalidad de exterminar los remanentes izquierdistas sobrevivientes al conflicto de abril del 65.
En noviembre de 1969 un grupo de mujeres anunció la formación del Comité de madres, esposas y familiares de los muertos y desaparecidos, donde dieron a conocer un listado de muertos y desaparecidos, y revelaron que en los tres primeros años del gobierno de Balaguer, 366 personas fueron muertas o desaparecidas por causas políticas y subversivas.
Con la abstención electoral del Partido Revolucionario Dominicano, debido a las pocas garantías constitucionales y a la participación de las Fuerzas Armadas en las actividades proselitistas, Balaguer fue reelegido para el periodo 1970-1974.
El 1 de enero de 1971 designó al general Enrique Pérez y Pérez como jefe de la Policía Nacional. Varias semanas después hizo su aparición en las calles de Santo Domingo un grupo autodenominado Frente Democrático Anticomunista y Antiterrorista, mejor conocido como La Banda Colorá, un grupo de jóvenes reclutados por el gobierno de Balaguer con fines represivos.
Durante este segundo mandato de gobierno (conocido popularmente en la política dominicana como el régimen de los 12 años), Balaguer incentivó la construcción de obras.
Presidió un sistema de crecimiento económico estable, sin embargo, su administración pronto desarrolló un modelo autoritario, a pesar de las garantías constitucionales.
La sensación de que en la República Dominicana había un híbrido de dictadura y democracia, se reprodujo en las elecciones del 16 de mayo de 1974, cuando el Partido Revolucionario Dominicano y los otros partidos signatarios del denominado Acuerdo de Santiago retiraron a su candidato Antonio Guzmán, por considerar que no se daban las mínimas garantías y como protesta por los desafueros de los paramilitares balagueristas.
En esas circunstancias, Balaguer solo compitió con un rival, el ex contraalmirante Luis Homero Lajara Burgos, del Partido Popular Demócrata (PPD). Balaguer obtuvo el 84,7% de los votos, y su partido ganó mayoría en el congreso donde la abstinencia alcanzó el 50%.
Una coyuntura favorable en los precios internacionales del azúcar, el auge del turismo estadounidense, las inversiones privadas foráneas, y los programas de obras públicas produjeron una fase de expansión económica, favoreciendo la emergencia en la sociedad dominicana una mínima clase media.
Cuando anunció su intención de optar a un cuarto mandato consecutivo en las elecciones del 16 de mayo de 1978, y con un fondo de deceleración económica, el repudio popular alcanzó tal calibre que la derrota en las urnas ante el PRD fue inevitable.
Balaguer se enfrentó a Antonio Guzmán del Partido Revolucionario Dominicano, pero cuando los resultados electorales mostraron una tendencia en favor de Guzmán, el ejército detuvo el conteo.
Sin embargo, en medio de enérgicas protestas en el país y una fuerte presión en el extranjero por parte del presidente estadounidense Jimmy Carter, el conteo se reanudó.
Cuando se dieron los resultados, Guzmán dio a Balaguer la primera derrota de su carrera política. Cuando Balaguer dejó el cargo, fue la primera vez en la historia de la República Dominicana que un presidente en ejercicio tranquilamente cede el poder a un miembro elegido de la oposición.
Para 1984, el Partido Reformista se fusiona con el Partido Revolucionario Social Cristiano, formando así el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), organización política que lo llevó al poder en otras tres ocasiones, con un último periodo reducido a dos años en 1994, tras un acuerdo político que lo dejó sin opciones para candidatearse de nuevo en 1996.
Jamás volvió a la presidencia de la República a pesar que lo intentó otra vez a los 94 años en las elecciones del 2000, cuando ya estaba más cerca de la muerte que del Poder. El 14 de julio del año 2002 se despidió de este mundo, pero su figura sigue siendo recordada por parciales y contrarios.