El estado fronterizo de Chihuahua se convirtió este viernes en la primera entidad de México que regresa al ‘semáforo rojo’, como catalogan las autoridades de ese país al período más crítica de la pandemia.
La medida se toma debido a un repunte de contagios en los últimos días. Hasta la noche del jueves había más de 21,000 casos acumulados desde el inicio de la contingencia y 1,731 muertes por complicaciones relacionadas con el covid-19, informó el gobierno de Chihuahua.
Para tratar de aplanar la curva de infecciones, el gobernador de ese estado ordenó suspender las actividades consideradas no esenciales, como estéticas, iglesias, casinos, museos, teatros, centros culturales, cines, gimnasios, balnearios, eventos masivos, parques y plazas.
Además, los hoteles reducirán la cantidad de habitaciones ocupadas hasta en un 15%, mientras que las oficinas gubernamentales funcionarán solo con el 30% de su personal.
Seguirán operando con normalidad los hospitales, consultorios dentales, supermercados, papelerías, así como empresas vinculadas a la industria de la agricultura, alimentaria, servicios básicos, obras públicas, construcción, entre otras.
El gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, dijo en su cuenta de Twitter que se trata de “una medida extraordinaria para un momento crítico” y advirtió que “solo podemos frenar al covid-19 con solidaridad y sanciones ejemplares”.