República Dominicana.-Cuando poco a poco se va reactivando la economía en el país, más aún en tiempos de navidad, son muchos los que “se la juegan” y desafiando el Covid-19 salen a buscar el pan de cada día.
Villa Consuelo, que se ha convertido en una de las principales arterias comerciales, ya no acoge en sus calles la cantidad de hombres y mujeres que hasta febrero acudían a comprar al por mayor o al detalle.
De manera tímida, este martes, cuando casi todas las instituciones han entregado el doble sueldo o regalía pascual, las tiendas instaladas en Villa Consuelo abrieron sus puertas y, aunque no como antes, la gente acudió a comprar.
‟Se vende algo; está más o menos la cosa. La gente siempre sigue viniendo a comprar” dijo Michel Santana, empleada en una de las tiendas de la popular VillaCom.
En la covidianidad, los que van a comprar “algo”, lo hacen temprano, antes de que comiencen los tapones y, obligadas a desafiar no solo el Covid, si no también los basureros improvisados en las calles de Villa Consuelo.
Artículos para decoración navideña, ropa para el estreno en Navidad y Año Nuevo, así como escolares, son los más buscados en Villa Consuelo, una de las zonas de compra más concurridas de la Capital, antes de la pandemia, pero donde se brinda opción de precios.
‟Están un poco caros, pero es por la época de navidad. Uno siempre viene a buscar la ropa, y las sabanas”, expresó Iluminado Alcántara, mientras se disponía a comprar en uno de los establecimientos de esta arteria comercial, ubicada en el Distrito Nacional.
Mientras los clientes expresan una que otra queja por alzas en los precios de algunos productos, el lamento de los comerciantes es por lo lenta que están las ventas.
‟Muy lenta. Si comparamos con el año pasado, esto está vacío, la gente casi no está comprando”, afirmó Junior Ramírez, uno de los tantos comerciantes que por años han ofertado desde Villa Consuelo los diferentes tipos de mercancías.
Aún en covidianidad, los comerciantes están esperanzados en que conforme avancen los días, aumenten las ventas, rezagadas desde marzo, cuando la circulación de la nueva cepa de coronavirus obligó al cierre de las actividades económicas.