SANTO DOMINGO, RD.- La Dirección General de Prisiones ocupó en la Penitenciaría Nacional de La Victoria, 314 armas blancas de diferentes pulgadas, 22 tijeras de diferentes diámetros, dos relojes inteligentes, 127 celulares de diferentes marcas y colores, 50 chips para celulares, 117 radios AM–FM, 25 dispositivos de amplificación de música y sustancias controladas, además de desarticular varias bandas que operaban en dicho recinto.
En la requisa se descubrieron 316.48 gramos de cocaína, 26.5 gramos de crack y 505 gramos de marihuana, 10 cubetas de vino, cinco cubetas y un botellón de cinco galones que contenían ron de fabricación artesanal y 25 latas de cerveza.
Además, ocuparon 36 botellas de una marca reconocida de ron, también en un galón y en una caja de jugo de naranja; así como un galón que contenía whisky y varias botellas de agua con cemento para pegar.
Los agentes actuantes ocuparon también 17 balanzas para pesar drogas y decenas de cajetillas de cigarros de diferentes marcas.
El encargado de Seguridad de La Victoria, coronel Ronald Féliz Batista, informó que las autoridades del penal lograron estos resultados en sucesivos operativos, realizados con el objetivo de elevar los niveles de disciplina en la población interna y contrarrestar la planificación de crímenes desde el interior de la penitenciaría.
La detección de estos objetos, en colaboración con la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), fue posible gracias a un servicio de vigilancia que también logró identificar a los responsables de la red criminal, que como consecuencia de sus actos fueron trasladados a otros penales.
Estas acciones buscan desarticular una estructura mafiosa que ha operado por años en La Victoria, como parte del programa que desarrolla la Dirección General de Prisiones para el adecentamiento y dignificación de los centros penitenciarios, según directrices de la Procuraduría General de la República.
Entre los internos remitidos a otros centros se encuentra José Antonio de Jesús Lugo, alias Ranquiao, quien organizaba crímenes y era el mayor distribuidor de drogas de La Victoria.
José Osvaldo Valdez, alias El Toro, fue trasladado en momentos en que planificaba el asesinato de una mujer.
También a Rodolfo Cedeño, del caso por narcotráfico y lavado de activos relacionado con César Emilio Peralta, le ocuparon objetos para un festejo de cumpleaños para el que se preparaba.
A varios de los trasladados se les atribuye el control de la distribución de drogas o la fabricación y venta de alcohol en el penal, así como acciones de rebeldía y reacción violenta a las medidas disciplinarias.
La Dirección General de Prisiones reiteró que trabaja para que todo el sistema penitenciario responda a protocolos de disciplina que redunden en bien de la seguridad tanto de los internos como de la sociedad.