REPUBLICA DOMINICANA.-Ante el plazo de 48 horas dado por el alcalde de Santo Domingo Este a los lavadores de vehículos del parque de ese municipio, para abandonar el lugar, este lunes ha sido mínima la presencia de personas que se dedican a este oficio.
Los pocos lavadores de autos y motores, que asistieron hoy al Parque del Este, que ha sido durante años su lugar de trabajo, se niegan a abandonar el lugar hasta el alcalde Manuel Jiménez converse con ellos y los reubique.
"Yo no se en qué se basa el alcalde cuando nos pide que abandonemos nuestra zona, este parque sin nosotros no tiene vida, nosotros no sabemos hacer otra cosa más que lavar carros. Para que eso es para favorecer a los carwash", manifestó Roberto Carbajal, quien desde niño se dedica a lavar vehículos.
"Exigimos que Manuel Jiménez se siente con nosotros en la mesa del diálogo, ya que somos un sindicato de más de 300 personas, de aquí pagamos casa, escuela, mantenemos a la familia, yo tengo siete hijos y pago 7 mil pesos de casa de aquí", agregó Eduard Valdez.
Roberto Carbajal y Eduard Valdez, son una pequeña representación de los casi 300 hombres que en la zona se dedican a lavar vehículos, oficio que al día puede dejarles hasta mil 800 pesos en ganancias, con lo que mantienen a sus familias, ya que aseguran que es lo único que saben hacer.
Según testimonios, el negocio que funciona en las afueras del Parque del Este ha acogido a decenas de delincuentes retirados, que no han podido insertarse al mundo laboral formal y ha evitado que muchos adolescentes de la zona se dediquen a delinquir.
"En verdad uno lo que quiere es que lo dejen trabajar tranquilo porque uno era de la calle y está quitado y lo que quiere es ganarse la vida como la gente", narró José Michel, quien cuanta que luego de retirarse de las calles este ha sido el único lugar donde le han dado trabajo.
La notificación fue emitida por la Dirección de Defensoría y Uso de Espacios Públicos del Ayuntamiento, en respuesta a cientos de denuncias recibidas por parte de residentes del sector La Isabelita, Los Tres Ojos y zonas aledañas. Dicha actividad es también considerada ilegal ya que a través de la misma se ocupan de manera ilícita las aceras y calles; derrochan decenas de miles de galones del agua potable destinada a hogares y se contamina el medio ambiente.