SANTO DOMINGO.-Ante las vicisitudes que por décadas han tenido que vivir, en los alrededores de las nauseabundas aguas de la Cañada de Guajimía, residentes en el sector del mismo nombre, en el municipio Santo Domingo Oeste, piden la terminación del proyecto saneamiento iniciado en el 2008.
Las más mínimas lluvias roban la tranquilidad a los residentes en las cercanías de la legendaria cañada de Guajimía, famosa por sus desbordamientos y los desastres que ha provocado.
"La situación de nosotros es buen difícil de verdad porque está cañada cada vez que se bota, lo que parece es un mar", dijo la señora Ada Rodríguez, residente en Guajimía.
El solo nublarse es motivo de preocupación para Jaqueline Hernández, cuya casa, y la que comparte con sus 7 hijos, roza la orilla de la cañada.
"Yo cojo para donde mi mamá a verla porque está enferma y cuando yo veo un nublado yo quiero coger para acá corriendo porque dejo a mis hijos aquí, porque como no hay clase se quedan acostados y todo se me pone como difícil", narró Hernández.
Aquí, Jaqueline no solo ha visto su vida y la de sus hijos peligrar, sino que al igual que otros vecinos, ha perdido sus ajuares en reiteradas ocasiones.
Los vecinos aseguran que la primera intervención de la cañada, en el año 2008, se hizo de manera incorrecta, colocando tubos más pequeños de los requeridos, por lo que llueve, la basura lanzada por los propios residentes en lugar, los tapa.
En enero pasado, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo firmó un acuerdo con una empresa canadiense, para la Fase II de Saneamiento Pluvial y Sanitario de la Cañada de Guajimía, que tendrá una inversión de 50 millones de dólares y beneficiará a más de 350 mil personas de forma directa.