Para el psicodramaturgo Jorge Bucay y su hijo -el psicoterapeuta- Demián Bucay “Educar es motivar”, así lo manifestaron durante una conferencia que ofrecieron juntos en TED Conferences LLC de Barcelona, una organización de medios estadounidense que publica charlas en línea para su distribución gratuita bajo el lema "ideas que vale la pena difundir". Por 25 minutos y 13 segundos, los profesionales reflexionaron sobre la manera en que se debe educar, advirtiendo que la autoridad no es el mejor método de enseñanza.
La conferencia titulada: “Cómo educar sin premios ni castigos”, que ha sido vista por más de tres millones setecientas noventa y un mil ochocientas personas en el canal de YouTube de TEDx Talks, inicia con una frase que apareció escrita que una pared del barrio Santa Eulàlia en Barcelona, la cual dice: “Con autoridad no se educa, se adiestra”. De aquí parte Demián Bucay para asegurar que la autoridad consigue que las personas obedezcan, no que aprendan. Esto así porque, a su juicio, con los métodos autoritarios no se les proporciona a los hijos o estudiantes la autonomía que supone la aprehensión de conocimientos. “Si esa persona esta obedeciendo siempre va a necesitar que haya un adulto ahí para decirle lo que tiene que hacer, no hay ninguna autonomía, no hay ningún aprendizaje y, por supuesto, no hay ninguna educación basada en autoridad”, acentúa el terapeuta. En respaldo de las palabras de su hijo, Jorge Bucay (quien durante la conferencia intercambia el turno de ponencia con su hijo) deplora a los padres que imponen saberes a sus hijos en base su autoridad o la violencia física. En ese sentido; en la conferencia que se puede consultar en el enlace: https://www.youtube.com/watch?v=X5LIWAJJNcY&t=804s, Jorge explica que la experiencia de vida no hace a los padres ser dueños de la verdad; por consiguiente, estima que cometen un error cuando le gritan a sus hijos: “esto es así, porque te lo digo yo”.
La enseñanza en base a la autoridad también se ejerce cuando se dan premios o se imponen castigos para conseguir una conducta determinada, sostiene Demián. Y pasa a explicar que resulta perjudicial ofrecerles a los estudiantes un premio a cambio de realizar las tareas o adoptar conductas. Entiende que esto lleva al aprendiz a generar rencor en contra del padre o tutor en la medida en que descubre que no hay relación entre lo que se le obliga hacer y el premio que se le otorga. Es decir, que al descubrir que no es necesario hacer las asignaciones escolares para poder usar los videos juegos pueden tomarle rencor a quienes siempre lo han obligado a lo primero para obtener lo segundo. Asimismo, indica que la referida estrategia no es sostenible en el tiempo, porque en cuanto no está presente la persona que representa la autoridad (el maestro, el padre o tutor) no se produce la conducta esperada. Además, advierte que cuando se premia con video juego a cambio de hacer tareas, se les está diciendo a los hijos o estudiantes que lo bueno es el juego y no el aprendizaje. “Lo que creemos es que la autoridad no es la manera. Creemos que tiene que haber otra manera, una manera que la vamos a llamar “paternidad”. Este es un método opuesto a la autoridad, porque cuando esta impone, ordena y amenaza; la paternidad guía, enseña y motiva”, refuerza Jorge.
El doctor Demián Bucay, exhorta que se debe motivar al aprendiz con los posibles resultados que obtendrá como consecuencia de la conducta o acción que se le pide realizar. Para ello, Jorge resalta que se necesita tiempo, creatividad e interés. En última instancia los especialistas de la conducta humana apelan a que se les permita a los aprendices tomar decisiones, a los fines de que vivan experiencias que no comprometan su futuro o le vayan a causar daños irreversibles. “A veces elegimos cuidar y no educar, pero la mayor parte de las veces tenemos que privilegiar la educación, porque si los andamos cuidando de todo y no dejando que se equivoquen con nada, no van aprender y entonces no los educamos”, asegura Demián. De su lado, Jorge sostiene que la autoridad se debe ejercer de manera excepcional, porque cuando se educa con métodos autoritarios se consiguen individuos obedientes, competitivos y exigentes, mientras que cuando se educa en base a la motivación se consiguen sujetos con “alas y raíces”.
En resumen, esta exposición da un vistazo al tema del aprendizaje desde el punto de vista de la conducta humana, donde los expertos concuerdan que educar es motivar. A parte de saludar la magistral exposición que hacen los especialistas y reconocer lo eficiente que resulta (para captar la atención del público) la unión de padre e hijo para advertir sobre el uso de la autoridad en el proceso de enseñanza, debemos destacar que consideramos necesarios que los maestros tengan presente las observaciones que ofrecen los Bucay; especialmente, los maestros dominicanos que muchos provenimos de una alfabetización lograda en base al maltrato físico y al uso de la autoridad. No resultaría extraño encontrarnos aún con maestros que evitan sonreír o compartir con los estudiantes para mantener la autoridad y el control, son producto del viejo método de enseñanza que implicaba tener el libro al frente y al padre a su lado con la “chancleta” en una mano.
De manera particular, entendemos que los maestros debemos abocarnos a ser entes motivadores y no autoritarios. Se necesita que los estudiantes encuentren en los docentes inspiración, deseos de imitar su conducta, de alcanzar sus metas, en fin de que sean un referente de los resultados que se obtienen por medio de la educación. Esto resulta indispensable para materializar la aplicación del enfoque histórico-cultural, crítico y por competencia que debe tener la educación dominicana.
De igual forma, respaldamos la idea de que para enseñar se necesita de dedicación, tiempo, creatividad e interés, ya que si como maestros no nos interesa que los estudiantes aprendan difícilmente procuremos desdoblarnos para aplicar estrategias que garanticen aprendizajes significativos y, mucho menos, invertiremos tiempo para diseñarlas. La exposición de los doctores Bucay debe motivar al cuerpo docente a conocer más el contexto en el que se desarrollan sus estudiantes, a los fines de identificar elementos de motivación que impulsen aprendizajes. Según los expertos, nuestro beneficio sería la formación de sujetos con alas y raíces. Es decir, que podrán volar alto, lejos y bajo cualquier adversidad, pero siempre serán sujetos con los pies en la tierra.