SANTO DOMINGO.- Los dominicanos hacen muchas chanzas con el dia de Corpus Cristi, alegando que precisamente un dia como este “el burro habló”.
Muchas personas creen que eso de que “el burro habló” es una fábula, un invento ó un chiste para reir.
Pero lo que más lejos que tienen es que esa situación está plasmada en la Santa Biblia, especialmente en el Libro de Números, en el Antiguo Testamento.
Se trata de un personaje llamado Balaam, quien iba a traicionar con los moabitas a Israel, pueblo elegido por Dios, para someterlo al yugo de Balac, que dirigía el pueblo Moab, según los versículos del 22 al 40.
Cuenta el Libro de Números que cuando Balaam se dirigía hacia los moabitas, se apareció un angel enviado por Dios, pero que solamente podía ser visto por el asno (asna) en que se trasladaba Balaam.
El jumento, al ver al angel con su espada listo para atacar, se detuvo , por lo que fue apaleado por Balaam.
Luego de reanudar la caminata, el burro se detenía al ver al angel, y Balaam lo golpeaba, hasta que luego de la tercera vez, el burro se le encaró y le preguntó porqué lo maltrataba a lo que Balaam contestó: Porque te has burlado de mí. ¡Ojalá tuviera espada en mi mano, que ahora te mataría! Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No.
Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano.
Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro. Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí. El asna me ha visto, y se ha apartado luego de delante de mí estas tres veces; y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría a ti, y a ella dejaría viva.
Entonces Balaam dijo al ángel de Jehová: He pecado, porque no sabía que tú te ponías delante de mí en el camino; mas ahora, si te parece mal, yo me volveré.
Y el ángel de Jehová dijo a Balaam: Ve con esos hombres; pero la palabra que yo te diga, ésa hablarás. Así Balaam fue con los príncipes de Balac.
Oyendo Balac que Balaam venía, salió a recibirlo a la ciudad de Moab, que está junto al límite de Arnón, que está al extremo de su territorio. Y Balac dijo a Balaam: ¿No envié yo a llamarte? ¿Por qué no has venido a mí? ¿No puedo yo honrarte? 38Balaam respondió a Balac: He aquí yo he venido a ti; mas ¿podré ahora hablar alguna cosa? La palabra que Dios pusiere en mi boca, ésa hablaré.
Y fue Balaam con Balac, y vinieron a Quiriat-huzot. Y Balac hizo matar bueyes y ovejas, y envió a Balaam, y a los príncipes que estaban con él.