República Dominicana.-Fueron sepultados pasadas las 5:30 de la tarde de este jueves en el cementerio Cristo Redentor, los restos de doña Yolanda Reyna Romero, madre del expresidente de a República, Leonel Fernández.
El expresidente Fernández, destacó las cualidades de su madre, la cual dijo que si deja una lección, es el hecho de que una madre soltera no está destinada al fracaso y lo formó a ellos con dignidad, sentido de honor, amor a su familia, amor al prójimo y al trabajo.
El exmandatario dijo que ella fue quien lo inspiró en la política, ya que cuando no se sabía que era un círculo de estudios, un grupo de dominicanos se reunía en su casa en Boston a hablar del tema.
Agradeció en su nombre y la de su familia a todas las personas de los diferentes extractos sociales el acompañarlo en estos momentos de dolor.
La muerte de doña Yolanda se produjo en el Centro de Medicina Avanzada Doctor Abel González de la avenida Abraham Lincoln, donde estaba en cuidados intensivos tras sufrir una recaída de una cirugía que le habían practicado producto de caída en su vivienda.
Fue velada en la funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln, por donde pasaron centenares políticos, empresarios y otras personalidades a darle el pésame a la familia Fernández Reyna, entre ellos el presidente Luis Abinader y expresidente Danilo Medina.
Será recordada como una mujer trabajadora estudio enfermaría en la Escuela Nacional de Enfermería, en la calle Galván, frente a la Casa de Vapor.
Luego trabajo como enfermera de segunda categoría en el hospital militar Marión, (actual Lithgow Ceara) que entonces se hallaba donde está hoy el Instituto Oncológico Heriberto Pieter, en la zona universitaria.
En el hospital Marión trabajaba Yolanda Reyna, donde le tocó laborar con el doctor Abel González durante ocho años, hasta que ella renunció en 1954 para irse a Nueva York.
Durante sus años de servicio junto al doctor González, ayudó a muchas personas enfermas y de escaso recursos que asistían al centro médico donde trabajaban. En entrevista concedida a este medio en el 2009, expresó que la gente se le acercaba todos los días con recetas que ella entregaba al doctor Abel González y éste le entregaba las medicinas en las noches.
Luego emigró a los Estados Unidos y a su llegada a Nueva York, primero vivió en casa de su tía en la calle 116 y Quinta Avenida, en Harlem, y más adelante se estableció con sus dos hijos en un pequeño apartamento de la calle 95 entre Brodway y Amsterdam, en Manhattan.
Trabajaba en el Cabrini Hospital como enfermera y en una factoría de judíos como costurera. Los martes, miércoles y jueves entraba al hospital a las 3:30 de la tarde y salía a las 11:30 de la noche. Los viernes, sábados, domingos y lunes entraba al hospital a las 11:00 de la mañana y salía a las 7:00 de la noche. Las restantes horas del día trabajaba en la factoría.