Joe Biden advierte a Xi Jinping sobre consecuencias para China si ayuda a Rusia en guerra con Ucrania

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS.- El presidente estadounidense Joe Biden, advirtió al presidente chino, Xi Jinping, sobre las consecuencias que asumiría en caso de brindar apoyo material a Rusia mientras esta lleva a cabo ataques contra Ucrania.

Durante una videoconferencia que duró casi dos horas y que se centró en la guerra en Ucrania, ambos expresaron su deseo de "mantener abiertos los canales de comunicación", informó la Casa Blanca en un comunicado que no explica en qué consisten las represalias a que se expondría China si ayuda a Rusia.

Según el comunicado, Biden también "detalló" las duras sanciones económicas y financieras impuestas por Occidente a Rusia.

La esperada reunión entre los dos jefes de Estado no parece haber cambiado de forma notoria la posición de Estados Unidos ni la de China, que hasta ahora nunca ha condenado ni criticado el ataque de Rusia.

Xi fue ambiguo, diciendo el viernes que las guerras "no benefician a nadie" y que "la crisis ucraniana no es algo que hubieran querido" que ocurriera, según declaraciones citadas por la televisión china cuando la conversación aún no había terminado.

China también pidió a Estados Unidos y a la OTAN que mantengan un "diálogo" con Rusia sobre las "preocupaciones de seguridad" de Moscú, en un comunicado del ministerio de Relaciones Exteriores divulgado después de la conversación y que retoma un planteamiento del presidente ruso, Vladimir Putin.

Estados Unidos está preocupado por la posibilidad de que China brinde ayuda militar a Rusia o le permita eludir las sanciones occidentales.

Sobre Taiwán, el presidente Joe Biden reiteró que la política de Estados Unidos sobre este tema no ha cambiado e "insistió en que Estados Unidos sigue oponiéndose a cualquier cambio unilateral de su statu quo".

Desde la toma del poder por los comunistas en Pekín en 1949, el gobierno nacionalista huyó a la isla, que el ejecutivo chino considera una de sus provincias destinada a volver a su territorio, aunque sea por la fuerza, amenaza china bajo la cual vive Taiwán desde su nacimiento como país democrático.

Estados Unidos reconoce diplomáticamente a Pekín y no a Taipéi, pero vende armas a Taiwán para que pueda defender su territorio.