SANTO DOMINGO, RD- El director de los Comedores Económicos del Estado Dominicano (CEED), Edgar Augusto Feliz Méndez, rechazó los alegatos de la barra de la defensa del ex procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, de que la institución suple de comida las cárceles con un monto anual de 1,500 millones de pesos, para alimentar a alrededor de 27,000 confinados.
Calificó de "falsas" las argumentaciones de los abogados que defienden al ex procurador general de la República y principal implicado en las imputaciones de corrupción en el sonado Caso Medusa.
Explicó que al suscribirse un acuerdo interinstitucional que conlleva el pago de dinero, como el que rige los servicios de los Comedores Económicos a las cárceles, los contratos se hacen por una suma determinada para poder apropiar en la Contraloría General de la República y Presupuesto los fondos necesarios y tener el dinero bajo reserva para cuando haya que cumplir con las obligaciones contractuales.
Dijo que el motivo de incluir la suma de los 1,500 millones de pesos no obedece más que a esa reserva de fondos para cubrir los gastos eventuales de los servicios de comidas crudas que los Comedores Económicos suplen a las cárceles del país, “pero resulta que lo que consumen las cárceles en promedio son 70 millones de pesos mensuales”
“Cuando se hace la ecuación de cuánto se consumieron en el año 2021, solo se consumieron 868 millones y en consecuencia lo que la Procuraduría paga a los Comedores es únicamente lo que se consume, no lo que dice el contrato”, agregó.
Sostiene que los abogados litigantes tenían que buscar el consumo y no el acuerdo interinstitucional y antes de emitir un juicio de valor creíble debieron determinar cuánto le facturó Comedores Económicos a la Procuraduría General de la República a través de la Dirección de Prisiones.
Aseveró que los defensores de Rodríguez han errado y cometido una falta grave, pues lo que las cárceles han consumido durante un año son 868 millones de pesos.
“Es también preciso aclarar, aún más en su perjuicio, que en la pasada gestión los 900 millones de pesos que la Procuraduría General de la República pagaba a diferentes suplidores del país era para 27 cárceles, mientras ahora se le suple comida a 54 cárceles de todo el territorio nacional”, enfatizó el funcionario.
El funcionario resaltó la elevación sostenida de precios no solo en el país sino en todo el mundo, debido a imprevistos como la crisis del Covid-19 y factores externos como la guerra Rusia-Ucrania, aumentando estos costos hasta por encima del 100 por ciento y citó como ejemplo el alza de la lata de aceite de 30 libras, que de 1,500 pesos ahora cuesta 2,100 pesos.
Féliz Méndez significó que, aún con esos precios mucho más elevados, lo que consumen las cárceles en la actualidad son 868 millones de pesos.
“Servimos comida de mayor calidad y los privados de libertad se sienten satisfechos de nuestros servicios, porque antes el arroz que les llevaban de tercera categoría y ahora comen arroz selecto grado A, para citar un caso, porque nos preocupamos en que los productos que compramos sean de calidad”, aseveró.
"No es sólo que ahora los precios están más caros, sino que estamos llegando a más cárceles y más internos”, dijo Feliz Méndez.
"La defensa técnica del famoso presidiario JEAN ALAIN RODRÍGUEZ dijo que actualmente los Comedores Económicos suplen comida a las cárceles por un monto de $1,500,000,000.00, millones de pesos, falso, mentiras, más mentiras, pues como Director de los Comedores les digo mentirosos", publicó Edgar Feliz, director de los Comedores Económicos.
Los abogados Carlos Balcácer, Gustavo Biaggi y Francisco Franco denunciaron una campaña de descrédito contra su cliente, que atribuye al Ministerio Público supuestamente “valiéndose de los contratos para suplir alimentos a los confinados en la gestión 2016 – 2020”.
Al desmentir la especie, el director general de los Comedores Económicos sostiene que los alegatos denotan el desconocimiento de estos abogados sobre la administración pública.
Agregó que con una simple ecuación aritmética se puede deducir el desfalco en la gestión anterior en la alimentación de los reclusos; alegando que todo lo que dice lo puede demostrar.