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  • Por: Máximo Sánchez
  • domingo 08 mayo, 2022

Cronología de la muerte en el gobierno de Luis Abinader

Los fusilamientos extrajudiciales fueron frecuentes en tiempos anteriores; así fueron definidos por el Dr. Franklin Almeida en el tiempo en que fue secretario de Interior y Policía, los intercambios de disparos en que morían supuestos delincuentes perseguidos por la Policía.

El entonces titular de Interior y Policía enfrentó a los jefes del cuerpo policial, quienes defendían la práctica de los enfrentamientos y las muertes extrajudiciales de la época; sin embargo, no pudo dejar un cuerpo policial actuando dentro de la legalidad, y mucho menos, conseguir que los jefes policiales fueran subordinados del poder jurídico y civil.

Ese turbio engranaje de persecución y represión, heredado de la dictadura de Rafael L Trujillo, se ha mantenido en el diario vivir del pueblo dominicano, unas veces como aliado político del poder de turno y otras veces como instrumento de sostenimiento de ese mismo poder; el caso del Dr. Joaquín Balaguer y sus primeros 12 años.

En los últimos veinte años, se había vendido la idea de una policía al servicio del poder judicial; siendo el brazo armado de éste; pero en realidad todos los mandamás de coronel para arriba en el cuerpo policial de la República Dominicana, ven estas teorías como letra muerta, y en cualquier lugar donde ejercen su autoridad, ellos se comportan como ley, batuta y constitución.

A partir del 16 de agosto del 2020, le tocó al presidente Luis Abinader conducir los destinos del Estado, con todos los problemas que arrastran y perviven en las instituciones del país; este presidente que había anunciado en su programa de campaña una reforma policial, inclusive con la asistencia de Mr. Rudolph Giuliani, exitoso gobernador del estado de Nueva York, lleva 2 años gobernando, mientras los abusos de la policía hastían a la población.

La reforma policial, que había sido una promesa de campaña olvidada entre el montón, salió a la luz con uno de los primeros epígrafes de sangre de la policía en este gobierno; dos pastores evangélicos y sus acompañantes son emboscados por un pelotón policial a mando de un coronel, y son masacrados sin ninguna explicación.

El 14 de abril del 2021, el BBC News de la cadena londinense, titula una de sus páginas con estas palabras “La muerte de una pareja de jóvenes evangélicos a manos de la policía que desató una ola de indignación en República Dominicana”; completando la reseña con una foto sonriente de la pacífica y feliz pareja, que en el momento en que posaban, jamás imaginaban que morirían de aquella atroz manera.

El 3 de octubre del 2021, los diarios dominicanos y del mundo reseñan la trágica noticia de que la joven arquitecto Leslie Rosado había sido asesinada la noche anterior por un miembro de la policía nacional en el municipio Boca Chica; las versiones manejadas por los medios, dejaban saber que mientras el asesino la perseguía en una motocicleta, un camión policial le acompañaba en la persecución.

Mientras Leslie Rosado, embarazada y frente a su hija adolescente, era asesinada a principios de octubre, antes en Padre las Casas, Azua, Robinson Ramón Méndez, joven de 27 años moría el 28 de septiembre anterior por heridas de balas disparadas por una patrulla policial; pero antes el 10 de agosto en San José de Ocoa, otra patrulla de la misma institución mató al abogado Ramón Alexy Castillo.

El domingo 6 de marzo de este 2022 en el sector La Suiza de San Cristóbal, un policía le dispara al joven de 19 años de edad Cristian Perier, ocasionándole una herida en el cuello por la fue declarado muerto; el occiso estaba dentro de su carro aparcado. Y para que no se olvide, San José de Ocoa vuelve a las crónicas de abusos y de sangre, ahora con la muerte a golpes en un cuartel policial de José Gregorio Custodio, es apresado a las 12 de la noche, lo llevan al hospital reventado a 2 AM, y antes de alumbrar el sol es un cadáver.

David de los Santos detenido en un centro comercial, mientras predicaba el evangelio, es reventado en el destacamento policial de Naco, y muere en el hospital Darío Contreras por múltiples golpes y torturas aplicados por los policías del destacamento.

A todo esto, que silenciosa está la Comisión Dominicana de los Derechos Humanos; ¡cuanto histrionismo, cuando se trata de denunciar la violación de los derechos de los haitianos indocumentados! Pero no aparecen más que suavemente en los incidentes que se llevan violentamente la vida de nuestros hermanos dominicanos; ¿Por qué será?

La verdad presidente Abinader, que tanta sangre, tanto luto en tan poco tiempo, si no es un récord negro en su mandato, es un diabólico promedio. 

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