EUROPA, RT.- El objetivo de los suministros militares de EE.UU. y Reino Unido a Ucrania es volver a Europa en contra de Rusia, afirmó este miércoles el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en una entrevista con la redactora jefa de RT y del grupo Rossiya Segodnya, Margarita Simonián.
"Es ventajoso para los estadounidenses y los británicos, porque están al otro lado del océano, están lejos, y la economía que sufre los principales daños es la europea", dijo Lavrov. Según el canciller ruso, las estadísticas muestran que la Unión Europea asumió el 40 % de los daños económicos derivados de las sanciones, mientras que a EE.UU. le corresponde menos de un 1 %.
Según Lavrov, precisamente ese es el motivo principal por el que los países occidentales no quieren empujar a Ucrania hacia la mesa de negociaciones. "No cabe duda de que a los ucranianos no les permitirán seguir con las negociaciones hasta que los estadounidenses decidan que ya han hecho un alboroto y han sembrado suficiente caos y ahora se les puede dejar solos [a los ucranianos]", valoró.
El ministro señaló que la parte rusa abordó el tema de las negociaciones de paz con responsabilidad, pero las rondas celebradas revelaron la "falta de interés" por parte de Kiev.
El titular de la cartera de Exteriores señaló que el actual alcance geográfico del operativo ruso es ya diferente al que estaba sobre la mesa durante la ronda negociadora celebrada entre las delegaciones ucraniana y rusa en Estambul (Turquía) en marzo pasado.
"Ahora la geografía es otra. No se trata solo de la República Popular de Donetsk y de Lugansk, sino también la provincia de Jersón y de Zaporozhie y algunos otros territorios, y este proceso continúa de forma constante y persistente", enfatizó el ministro.
Lavrov explicó que que la decisión se debe a que Occidente, "con ira impotente", sigue llenando Ucrania con armas de cada vez más largo alcance: "Los objetivos geográficos se alejarán de la línea actual más allá". "No podemos permitir que en la parte ucraniana que va a controlar [el presidente Vladímir] Zelenski o alguien, quien lo releve, se esté desplegado un armamento que represente una amenaza directa para nuestro territorio y el de las repúblicas que declararon su independencia y quieren determinar su futuro por su cuenta", defendió.
De acuerdo con Lavrov, Washington no entiende que "está jugando juegos peligrosos", si bien muchos en Europa empiezan a darse cuenta de ello.
No obstante, recalcó que Rusia sigue comprometida con el principio de que en una guerra nuclear no puede haber un ganador y que nunca puede librarse. Además, precisó que Moscú tiene su propia doctrina, "bien conocida" por los países occidentales, que expone claramente en qué casos Rusia se vería obligada a emplear armas nucleares.
Por otra parte, el canciller ruso aseguró que Moscú será capaz de reorientar sus suministros energéticos sin graves repercusiones si Europa decide renunciar al gas y el petróleo del país.
"Si lo hacen, no tendremos ningún problema en particular. El presidente [Vladímir Putin] dijo respecto a lo que están haciendo con el [gasoducto] Nord Stream 2 que siempre estamos dispuestos a ponerlo en marcha", señaló, agregando que el 50 % de los volúmenes inicialmente previstos para ese gasoducto ya están reservados para satisfacer las necesidades internas del país. "Nos reorientaremos sin grandes pérdidas, no tengo ninguna duda, tenemos compradores, tenemos demanda", destacó.
En este sentido, Lavrov puso en duda que la ruptura total de los vínculos con Rusia y la apuesta por el gas licuado estadounidense sirva a los intereses europeos.
Comentando la crisis energética actual en Europa, el ministro acentuó que Moscú debería tomar una postura "indiferente" al respecto. "No podemos alegrarnos de que la gente en Europa se congele, viva mal", afirmó, recalcando que fue decisión de los políticos europeos "deshacerse de los vínculos naturales y ventajosos" en el ámbito energético, logístico y de transporte.
Según Lavrov, el potencial de las sanciones impuestas contra Moscú por su operación en Ucrania se ha agotado, por lo que la Unión Europea tiene que introducir enmiendas. En particular, se refirió a los ajustes que permiten dar servicio a las exportaciones de los productos alimentarios rusos y fertilizantes.
"En cuanto al próximo paquete de sanciones anunciado, ¿de qué se trata, de sanciones o incluso del levantamiento de las mismas? Ambas cosas, porque ellos [la UE] ya han agotado todos los ámbitos posibles en los que estaban dispuestos a infligirnos daño, y ahora tienen que pensar en lo que hicieron y en cómo les afecta", señaló.
Este martes se reportó que el bloque comunitario planea levantar algunas sanciones contra varios bancos de Rusia para descongelar los fondos necesarios para las operaciones con productos agrícolas del país, incluidos los fertilizantes y el trigo. Bruselas también quiere asegurar que ninguna de las restricciones afecte a los artículos médicos y farmacéuticos, entre otros pasos.
Por su parte, la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro de EE.UU. (OFAC, por sus siglas en inglés) emitió el 14 de julio una licencia general para autorizar ciertas transacciones con Moscú que incluyen los suministros de fertilizantes, alimentos, equipamiento agrícola, fármacos y dispositivos médicos.
Abordando el tema de la crisis alimentaria, el canciller acusó a Occidente de intentar arrastrar al secretario general de la ONU, António Guterres, a "sus juegos" en torno al trigo ucraniano.
Lavrov recordó que Guterres propuso un acuerdo para asegurar la vuelta al mercado internacional del cereal ruso mediante el levantamiento de las restricciones "artificiales e ilegítimas" y del grano de Ucrania a través del desminado de los puertos ucranianos.
En esta línea, señaló que durante la reunión en Estambul la semana pasada entre los representantes de Rusia, Turquía, Ucrania y la ONU se llegó a un acuerdo sobre "principios básicos" para el transporte del trigo ucraniano. Sin embargo, la parte ucraniana rechazó "categóricamente" la propuesta de Moscú de mencionar en el documento lo relativo al tránsito de los cereales rusos. "Y la delegación de la ONU simplemente guardó un vergonzoso silencio", aseveró el ministro.
"Es tan inescrupuloso, […] pero es un hecho. Solo significa una cosa: estoy convencido de que hay una enorme presión sobre el secretario general, sobre todo por parte de los estadounidenses y los británicos", afirmó.