República Dominicana.-El juez de Atención Permanente del Distrito Nacional, Juan Francisco Rodríguez Consoró, mandó para la cárcel de Najayo, en San Cristóbal, a Félix Alburquerque Comprés, por la muerte del comunicador Manuel Taveras Duncan, el 19 de agosto en curso.
El mismo Rodríguez Consoró
La Segunda Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional rechazó la inhibición del juez Juan Francisco Rodríguez Consoró, y le remitió el expediente para que conociera la solicitud de prisión preventiva de un año en contra de Alburquerque Comprés, que finalmente ordenó este miércoles, acogiendo un pedimento presentado por la fiscal Rosalba Ramos, Magaly Sánchez y María Silvestre. .
Previo al dictamen, los parientes de Duncan leyeron un documento en el que decían esperar que al expresidente de la DNCD le impusieran el año de prisión preventiva en una cárcel común, como medida de coerción.
Para Esther Taveras Duncan, que acudió acompañada de su madre en silla de ruedas, y un hermano, la prisión preventiva es lo único que evitará que el vicealmirante retirado, que dijo “perdí la razón” cuando disparó contra Duncan, se sustraiga del proceso judicial en su contra.
La defensa de la familia Taveras Duncan, José Fernando Pérez Volquez, Domingo Ramírez y Doris García Fermín, saludaron la decisión del juez, mientras para los representantes del victimario no fue sorpresa que el magistrado Rodríguez Consoró enviara a su cliente a prisión preventiva, porque ya lo había advertido.
Lo que sí esperaban los abogados de Alburquerque Comprés es que este fuera enviado a Operaciones Especiales o al Polvorín, cárceles para militares y policías acusados de cometer hechos delictivos.
Los hechos
El hecho ocurrió el 19 de agosto, luego que el comunicador y Alburquerque Comprés se enfrascara en una riña, después de una discusión, en el local de Rico Hot Dog, en la avenida Rómulo Betancourt esquina Núñez de Cáceres.
La defensa del imputado ha dicho que no se trata de un asesinato, amparándose en “homicidio excusable”, mientras otros entendidos en el tema dicen que, el haberse dirigido al vehículo a buscar su arma, de hecho ilegal y, propinar un segundo disparo, agrava la situación al expresidente de la DNCD, porque se trataría de “homicidio voluntario”, por lo que enfrentaría entonces a una condena de 20 años.