EN WASHINGTON, El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, incluyó para el año fiscal 2023 a República Dominicana entre los principales países que sirven de tránsito para las drogas o que producen sustancias ilícitas.
El decreto emitido por la Casa Blanca resalta que la presencia de un país en dicha lista no “es un reflejo de los esfuerzos que realiza su gobierno contra las drogas ni del nivel de cooperación con Estados Unidos”, sino de “una combinación de factores geográficos, comerciales y económicos”.
República comparte esa lista negra de la Casa Blanca con Afganistán, Bahamas, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, La India, Jamaica, México, Nicaragua, Panamá, Perú y Venezuela, entre otros países.
En cuanto a la designación de Afganistán, Birmania, Bolivia y Venezuela, indica que se debe al incumplimiento “demostrable” de las obligaciones asumidas en acuerdos internacionales contra el tráfico de drogas, por lo que Biden determinó que los programas en estos países son “vitales para los intereses nacionales de Estados Unidos”.
Esto, según el comunicado, forma parte de las acciones contra la “epidemia” de la adicción a las drogas, que constituye una de las “principales prioridades” del gobierno de Biden y en 2021 causó la muerte de 108,000 personas por sobredosis.
“A través de la Estrategia Nacional de Control de Drogas de 2022, mi gobierno se enfocará en los factores fundamentales que provocan la epidemia, lo que incluye a las adicciones no tratadas y el narcotráfico, y redoblará los esfuerzos para fortalecer asociaciones extranjeras con el fin de abordar la producción y el tráfico de drogas, en particular para hacer frente al desafío que plantean las drogas sintéticas para todos”, dice Biden en el comunicado emitido por la Casa Blanca.
Para el presupuesto del 2023 el gobierno de los Estados Unidos solicita 24,000 millones de dólares, que estarán destinados para responder a las necesidades de la población más expuesta a sobredosis y trastornos por el consumo de este tipo de sustancias, así como para reducir el suministro de drogas desde el extranjero.
“Estados Unidos tiene la determinación de trabajar con los países del Hemisferio Occidental, en calidad de vecinos y socios, para enfrentar los desafíos que compartimos en cuanto a producción, tráfico y consumo de drogas, y contrarrestar el impacto nocivo de la corrupción relacionada con los narcóticos”, agrega el comunicado.
Asimismo, el gobierno de los EEUU reconoció los esfuerzos de México, Afganistán y Bolivia para actuar contra la proliferación de drogas sintéticas y controlar la producción de las de origen vegetal, pero los llamas a tomar medidas más eficaces, como el arrestar a los actores claves de la criminalidad organizada.