PUERTO PRINCIPE.- El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU ha denunciado el saqueo de un almacén en Haití donde acumulaba alimentos para ayudar en comedores escolares, en el marco de una ola de violencia que sigue sin cesar ante la incertidumbre política social que vive en el país más pobre del hemisferio occidental.
El incidente ha tenido lugar en Gonaives, situado en el departamento de Artibonito, y según el PMA derivó de «manifestaciones locales que se volvieron violentas». Además del robo en el almacén, donde había 1.400 tonelada de víveres, los asaltantes también incendiaron unas oficina adyacentes.
El director de la agencia en Haití, Jean-Martin Bauer, ha asegurado que es un hecho «simplemente inaceptable», ya que deja sin alimentos a casi 100.000 escolares este año. La comida, ha añadido, «es una ayuda de urgencia a las familias más vulnerables».
La subida de los precio de los productos derivados del petróleo ha desencadenado en la última semana una nueva ola de disturbios, concentrados principalmente en la capital, Puerto Príncipe, y sus alrededores.
Los manifestantes reclaman la dimisión del primer ministro, Ariel Henry, que gobierna Haití en un contexto de vacío de poder, ya que el país carece de instituciones efectivas y no hay planes a corto plazo de celebrar elecciones. La situación se agravó en julio de 2021 con el asesinato del entonces presidente, Jovenel Moise.
El secretario general de la ONU, António Guterres, se ha mostrado «profundamente preocupado» por la situación de Haití, «donde la revuelta civil ha llevado al país a la parálisis». Por ello, ha pedido «calma y máxima contención» a todas las partes.
El máximo responsable de Naciones Unidas ha reclamado en un comunicado medidas «inmediatas» para rebajar la tensiones actuales y espera que todas las partes puedan aparcar sus diferencias para emprender «un diálogo pacífico e inclusivo».
«Si las circunstancias actuales continúan, la situación humanitaria a las que se enfrenta la población más vulnerable de Haití, que ya es complicada, se deteriorará aún más», ha advertido. La ONU estima que casi 5 millones de personas, el 43 por ciento de la población, necesitan ayuda humanitaria.