Celso Marranzini dice que no se ha creado la compañía de Punta Catalina, que para que eso ocurra deben suceder primero que la planta sea recibida por el Estado, que se concluyan las auditorias técnicas a cargo de Sargent Lundy, la financiera a cargo de Moore, que se elimine la CDEEE mediante ley del Congreso.
Entonces se cae de la mata la siguiente pregunta Cómo Antonio Almonte sin haberse cumplido las condiciones previas que plantea Celso Marranzini, las cuales corresponden a la verdad, fue capaz de firmar el peor contrato de fideicomiso jamás firmado por el Estado, donde Antonio Almonte en representación del Estado traspasa Punta Catalina a un fideicomiso, sin haber recibido el Estado la central, sin haber concluido las auditorias correspondientes, sin haberse eliminado la CDEEE mediante una ley del Congreso, otorgando al Comité Técnico que sería el responsable de la administración de Punta Catalina, un poder discrecional ilimitado en la toma de decisiones con relación a los activos, que no tienen Bill Gates en Microsoft, ni Jeff Bezos en Amazon ni Blue Horizon, ni Elon Musk en Tesla, Space X ni Starlink?.
26 meses y todavía no existe una sola auditoría de Punta Catalina, ni se sabe cuánto costó y aún así, Antonio Almonte estableció en el mamotreto de contrato de fideicomiso que el firmó voluntariamente, que Punta Catalina valía 2,500 millones de dólares, cifra que es inferior entre 800 y mil millones de dólares a la cifra de mas de 3 mil millones de dólares que se cansó de pregonar a los cuatro vientos cuando era oposición.
Desde que Punta Catalina comenzó a generar electricidad en el 2019, dejo de recibir subsidio del Estado.