Después de rezar el Ángelus este domingo 27 de noviembre, el Santo Padre pidió a las autoridades israelíes y palestinas una mayor atención en la búsqueda del diálogo, construyendo una confianza mutua sin la cual nunca habrá una solución pacífica en Tierra Santa.
"Sigo con preocupación el aumento de la violencia y de los enfrentamientos que se están produciendo en el Estado de Palestina y en el de Israel": fue lo que dijo el Papa Francisco en el Ángelus de este domingo 27 de noviembre, el primero del Adviento. "El miércoles pasado -recordó Francisco-, dos viles atentados en Jerusalén hirieron a muchas personas y mataron a un niño israelí. Y el mismo día, durante los enfrentamientos armados en Nablus, murió un niño palestino".
"Recemos por estos jóvenes que murieron y por sus familias, especialmente por sus madres. Espero que las autoridades israelíes y palestinas se preocupen más por la búsqueda del diálogo, por construir la confianza mutua, sin la cual nunca habrá una solución de paz en Tierra Santa".
Mientras tanto, el número de muertos del último atentado palestino en Jerusalén perpetrado el pasado miércoles ha aumentado a dos. Murió en el hospital Tadese Tashume Ben Ma’ada (de 50 años), que no sobrevivió a las graves heridas que sufrió en uno de los dos atentados perpetrados cerca de una parada de autobús a la entrada de la ciudad. Ben Ma’ada era un judío que emigró a Israel desde Etiopía hace más de 20 años. Mientras tanto, la búsqueda para identificar a los responsables del ataque continúa a buen ritmo. Tadese tenía una esposa y seis hijos.
Por su parte, el sábado la policía cerró una de las principales entradas a Jerusalén después de que se encontrara un objeto sospechoso, pero que resultó ser una falsa alarma. La tensión ha aumentado en la ciudad tras el doble atentado que se cobró el miércoles la vida de un joven de 16 años, que hirió a una veintena de personas, y la posterior muerte del hombre de 50 años.
Durante una búsqueda cerca del emblemático "puente atirantado", los agentes encontraron lo que parecía ser una bomba casera. Se acordonó la zona y se llamó al escuadrón antibomba, pero determinaron que no lo era.