CATAR.-La selección de Argentina se impuso por un ajustado 2-1 ante Australia y se clasificó para los cuartos de final del Mundial de Qatar en los que se enfrentará a Países Bajos, que previamente había derrotado a Estados Unidos (3-1).
Argentina cumplió ante un rival menor, Australia, resignada a su suerte y encomendada al paso del tiempo, a una acción puntual o a un desempate por penaltis para lograr por primera vez en su historia superar los octavos que en Qatar 2022 disputó por segunda vez en toda su historia. Solo creyó al final, cuando se encontró con el tanto inesperado de Craig Goodwin y minutos para obrar un milagro poco antes impensable.
Los octavos cuartos de final de la Albiceleste siguen la hora de ruta marcada el conjunto de Lionel Scaloni, que se sitúa a tres pasos de la Copa.
Países Bajos, contra el que ha escrito Argentina varias páginas de momentos históricos, será el próximo obstáculo. Una exigencia mayor que la que encontró ante Australia, que dio sensación de ser incapaz de poner en peligro el objetivo sudamericano.
Palió Scaloni la baja sensible de Ángel Di María, aquejado de una dolencia en el cuádriceps del muslo izquierdo, con Alejandro 'Papu' Gómez. El preparador de la Albiceleste dio continuidad al centro del campo que le funcionó con buena nota ante Polonia.
Enzo Fernández y Alexis Mac Allister se han afianzado como escuderos de Rodrigo de Paul, uno de los intocables del técnico que también afianzó la titularidad de Julián Álvarez en ataque.
Sacó adelante Argentina un partido árido que le propició una permanente posesión de la pelota en el primer tramo y que decayó paulatinamente cuando se contagió del ritmo preferido por los 'socceroos', sin interés en adoptar riesgos innecesarios.
No hubo tiros a puerta ni acciones de peligro hasta que Messi lo sacudió con el gol del minuto 35, que llegó cuando menos se esperaba y cuando el equipo de Graham Arnold había iniciado la cuenta atrás para llegar al descanso indemne.
Una lateral llevó la pelota a Alexis Mac Allister, que realizó un pase interior que esperaba Nicolás Otamendi. El central paró el balón y lo recogió Messi, que ejecutó su tiro favorito. Con la izquierda, raso, pegado a un palo.
No había necesitado el rosarino alardear de sus virtudes. Bastó una aparición, un poco de chispa para echar por tierra todo el trabajo australiano. Con mínimo esfuerzo Argentina tenía de cara el objetivo que aseguró al inicio de la segunda parte, cuando Julián Álvarez firmó el segundo.
El atacante del Manchester City ha terminado por convencer a Scaloni. Los minutos de los primeros partidos, cuando salía del banco, han sido apreciados por el técnico, que le premió con su segunda titularidad en detrimento de Lautaro Martínez.
Un gol de delantero que se originó como premio a la presión de Rodrigo de Paul en la salida de balón del rival. Achuchó al portero Matthew Ryan, que se lo quitó de encima. Lo recogió Julián y lo envió a la red, a puerta vacía.
Fue otro el panorama tras la sentencia que estableció el atacante argentino. La Albiceleste, con espacios, se sintió a gusto pero una acción aislada, de infortunio, lo cambió todo. Australia se encontró con un gol que le devolvió al partido cuando Craig Goodwin, que acababa de salir al campo, se topó con un mal despeje de Nicolas Otamendi. Chutó desde fuera del área. En el camino, el balón tocó en Enzo Fernández, despistó a Emiliano Martínez y atravesó la puerta.
Renació la incertidumbre. Australia se vio con opción. Estaba donde quería en el tramo final, con una desventaja mínima y con posibilidades. Amenazó más de lo que hizo en todo el partido y pudo empatar en el último minuto, pero le faltó calidad y convicción para poner en entredicho la superioridad de Argentina, que mantuvo la compostura y amarró su pase a cuartos.