Según la ONU, la violencia en Haití ha cegado la vida de 1,400 personas en lo que va de año

Haití.- Más de 1.400 personas han sido asesinadas y más de 1.000 secuestradas por pandillas este año en Haití, dijo el viernes la ONU.

El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Türk, hizo un llamado a la "valentía política" y la "responsabilidad", a nivel nacional e internacional, para luchar contra la "impunidad endémica" en la isla. 

"Depuis le début de cette année, un nombre effarant de 1.448 personnes ont été tuées, 1.145 blessées et 1.005 kidnappées par les gangs", a-t-il indiqué, en s’exprimant devant les médias à l’occasion de la Journée mondiale derechos humanos.

Haití ha estado atrapado durante años en una profunda crisis económica, política y de seguridad. El asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021 ha empeorado profundamente la situación, con un control cada vez más fuerte de las pandillas.

Esta "crisis prolongada multidimensional no puede ser ignorada", pidió el Sr. Türk.

“Este es un país donde bandas armadas, que se cree respaldadas por élites económicas y políticas, controlan más del 60% de la capital, donde unos 4,7 millones de personas enfrentan hambre aguda”, dijo.

La fuerza policial haitiana, que ascendía según la ONU a 13.000 agentes activos en septiembre, es decir una proporción de aproximadamente un policía por cada 1.000 habitantes, es insuficiente.

La solicitud del gobierno haitiano a principios de octubre de "asistencia internacional" para resolver la crisis de seguridad aún no ha tenido seguimiento.

Turk acusó a las pandillas de usar "violencia sexual para infundir miedo y ejercer control sobre la población". Según un informe publicado en octubre por la ONU, entre las víctimas de violaciones en grupo se cuentan niños "de hasta 10 años y mujeres mayores", algunos de los cuales "fueron mutilados y ejecutados tras ser violados".

El Alto Comisionado insistió en que "deben abordarse las causas profundas de la crisis, en particular las desigualdades sociales, la corrupción desenfrenada, la colusión entre élites poderosas y líderes de pandillas, y la impunidad endémica".

“Es inaceptable que la gente se aproveche de esta inseguridad endémica y del sufrimiento de los haitianos”, insistió, al saludar también la reciente decisión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas de sancionar a las pandillas y sus líderes.