REPUBLCIA DOMINICANA.-Familiares del coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó demandaron este jueves que se investigue su asesinato, partiendo que el acta de fallecimiento, dada a conocer 50 años después del hecho, establece que su muerte fue producto de un asesinato.
Su última esposa, Vicenta Vélez y su hija Tania Caamaño Vélez, explicaron que no es venganza lo que las mueve a querer que se esclarezca la muerte del coronel Francisco Alberto Caamaño Deño, sino más bien el establecimiento de los responsables.
La Junta Central Electoral emitió el acta de defunción del coronel Francisco Alberto Caamaño casi 50 años después de su muerte, en la cual establece que se trató de un asesinato.
El 3 de febrero de 1973, nueve hombres desembarcaron en la Playa Caracoles en grupos de tres en tres, dos y uno al sur del país, con la intención de iniciar un frente guerrillero contra el gobierno del entonces presidente, Joaquín Balaguer, al frente del grupo estaba el coronel Francisco Alberto Caamaño Deñó, algo que se le criticó, puesto que había luchado anteriormente en contra de un golpe de Estado, y ahora él mismo participaba en uno.
Sobre esto, el entonces Presidente Joaquín Balaguer hablando por una cadena de radio y televisión afirmó:Hace apenas algunas horas regresé de la zona del municipio de San José de Ocoa donde actualmente se desarrollan algunas acciones subversivas, que realiza el grupo de guerrilleros…inspeccioné personalmente en compañía del secretario de Estado de las Fuerzas Armadas y el Jefe de Estado Mayor del Ejército, el sitio en que se produjo el primer choque sangriento entre una patrulla militar y el grupo de guerrilleros que desembarcó en la Playa Caracoles.
Trece días después del desembarco, el 16 de febrero las Fuerzas Armadas anunciaron la muerte de Caamaño junto a dos de sus compañeros en el paraje Nizaíto, sección la Horma de San José de Ocoa.
El contralmirante Ramón Emilio Jiménez (hijo), Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, el mayor general Enrique Pérez y Pérez y el brigadier Juan René Beauchamps Javier, mostraron el cadáver de Caamaño a un reducido grupo de periodistas que fue trasladado en helicóptero hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo sin vida, y los de sus compañeros Heberto Lalane José y Alfredo Pérez Vargas, aunque las FFAA informaron que Caamaño había muerto en combate. Testimonios posteriores afirmaron que Caamaño, luego de ser capturado y herido por tropas del Ejército Nacional que lo perseguían, fue fusilado, descuartizado y quemados sus restos.
Informado el presidente Balaguer de su captura, le expresó al general Ramón Emilio Jiménez (hijo), entonces Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, que “en el país no había cárceles para un hombre como el coronel Caamaño”. El general Ramiro Matos Gonzáles consintió el fusilamiento.