República Dominicana.-“A mí me queda poca cosa” es lo que dice el maestro Antonio Abad Trinidad, luego de dividir los 20 y tantos miles de pesos que recibe como pensión.
Está pensionado desde hace aproximadamente siete años y, de la pensión que recibe “se va todo casi en medicamentos”, además de que paga al banco un préstamo hipotecario.
El profesor Trinidad no está solo en su calvario. Miladis Pérez es otra profesora de profesión, que impartí docencia en diferentes escuelas y puntos del país, durante más de 20 años.
Fue pensionada con 37 mil pesos, de los que le quedan 7 mil, “porque tengo que pagar la cooperativa” y otros conceptos.
La profesora Miladis es sobreviviente de cáncer y, los medicamentos que consume para prolongar su vida, son costosos. “Me recetan cosas caras para poder seguir viviendo, después de Dios. Tengo que comprar medicamentos para la presión, lo cual el seguro no me los cubre todos; simplemente una parte. Estoy sobreviviendo por mis hijos; tengo tres hijos y ellos me ayudan”.
La dramática cadena que integran hombres y mujeres que pusieron al servicio de la Patria sus conocimientos, incluye también a Martha Ramírez García, quien con RD$20 mil de sueldo, tiene que pagar más de 5 mil de medicamentos cada mes, además de pagar RD$14,500 de casa.
“Pago techo y tengo que alimentarme”, dice la maestra, dejando entonces abierta la pregunta ¿cómo sobrevive?. “Bueno, mi reina, porque yo tengo mis hijos y mis hijos son los que me ayudan”.
Las maestras y maestros jubilados se concentraron este lunes con el gremio que los aglutina, la ADP, después de haberse tomado su pastilla para la presión e inyectarse la insulina, para demandar un aumento que eleve su pensión por lo menos a RD$50 mil.
Para el martes 21 de este mismo marzo, la Asociación Dominicana de Profesores tiene programada una concentración, pero con todos los maestros jubilados a nivel nacional, para desde las proximidades del Congreso Nacional, llamar la atención de los legisladores y el 30 harán lo propio, pero en el Palacio Presidencial.
La ADP, que preside Eduardo Hidalgo, pide que la pensión mínima alcance los RD$50,000, y a partir de ahí el porcentaje que corresponda, para hacer justicia. “Pero que no nos los dejen morir con ese salario, porque el problema aquí es que se hace un reajuste hasta que Colón baje el dedo. Es que se revise cada tres años, como manda la Ley, y que se ponga conforme al índice de inflación”.