La sequía estacionaria que este último mes ha incautados al país, continúa generando estragos en barrios de la capital, donde sus residentes cuentan que no tienen agua ni para bañarse y que han vuelto a los tiempos de antes, cuando se cargaban latas y galoncitos.
Barrios que históricamente han sufrido por la deficiencia en el servicio de agua potable hoy ven empeorada la situación, pues sus residentes deben trasladarse hasta otros sectores para abastecerse.
Es el caso de los que viven en la calle central de Buenos Aires de Herrera, en Santo Domingo Oeste, donde hace dos semanas que el líquido no llega.
Ante la caótica situación, los vecinos se mantienen vigilantes para caerle a tras a los camiones que envía la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo. Sin embargo, estos no son suficientes para abastecer a todos, por los que muchos se ven obligados a pagar hasta mil 800 pesos por un camión.
En otras calles de la parte baja del referido sector, los moradores son más afortunados, ya que reciben el servicio una vez por semana, pero deben succionar el agua con las denominadas bombas ladronas.
Pese al llamado de la CAASD a un uso consciente del agua ya la prohibición de los lavaderos improvisados, quienes se dedican a este oficio se niegan a suspenderlo, alegando que no conocen otra forma de ganarse la vida.
En su boletín más reciente, la CAASD informó que la producción de agua potable se sitúa en 346.62 millones de galones por día para el Gran Santo Domingo, lo que implica una disminución de aproximadamente 18.53 millones de galones por día.