REDACCION INTERNACIONAL.- Jesús de Nazaret, hijo de un obrero llamado José y de una ama de casa llamada María, fue arrestado en Jerusalén, traicionado con un beso por Judas Iscariote (uno de los doce apostoles).
Judas dio el beso al maestro para delatar a Jesús de Nazaret y que los guardias del Templo de Jerusalén supiesen a quien arrestar.
El nazareno fue apresado en el Huerto de Getsemaní, donde el profeta había instalado su campamento junto a los discípulos más cercanos.
Judas Iscariote iba acompañado de un grupo de guardias del Templo que tenían la orden de arrestar a Jesús por, presuntamente, ser el responsable de los disturbios registrados los días anteriores en el Templo de Jerusalén y bajo el alegato de impartir doctrinas falsas.
Judas identificó a quien los guardias debían arrestar, pues ellos nunca habían visto a Jesús. Previamente, Judas Iscariote había acordado con los sacerdotes del Templo, miembros del Sanedrín, colaborar con la captura de Jesús a cambio de 30 monedas de plata.
Estaba Jesús todavía hablando, cuando llegó Judas, uno de los Doce. Iba acompañado de una chusma armada con espadas y garrotes, enviada por los jefes y sacerdotes y por las autoridades judías".
El traidor les había dado esta señal: «Al que yo dé un beso, ese es arréstenlo».
Y enseguida se acercó a Jesús y dijo «¡Salve, maestro!». Y le besó".
Jesús le dijo: «Amigo, haz lo que vienes a hacer». Entonces, se acercaron a Jesús y lo arrestaron".
Después de esto, el texto de Mateo narra como Jesús de Nazaret fue llevado al Templo de Jerusalén para ser juzgado por el Sanedrín.