Roma (Agencia EFE).- La fuga del empresario ruso Artem Uss, cuando se encontraba en arresto domiciliario en Italia a la espera de ser extraditado a Estados Unidos, ha desencadenado una tormenta política que obligará al ministro de Justicia, Carlo Nordio, a acudir mañana al Parlamento para dar explicaciones urgentes.
Uss, de 40 años e hijo del gobernador de la región de Krasnoyarsk, figura política del partido del presidente ruso, Vladimir Putin, huyó del país al día siguiente de que el Tribunal de Apelación de Milán (norte) diese luz verde a su extradición de EEUU, que le acusa de exportación ilegal de tecnología militar a Rusia, entre otros delitos.
Nordio, que cuenta con el apoyo explícito de la primer ministra, Giorgia Meloni, culpa a los tres magistrados milaneses que le concedieron el arresto domiciliario y les ha abierto una procedimiento disciplinario por «negligencia grave e inexcusable», revelan este miércoles los diarios «Corriere della sera» y «Repubblica».
El ministro considera que los jueces decidieron enviarle a su casa en Basiglio, cerca de Milán, con un brazalete electrónico «sin tomar en consideración» las circunstancias que se incluían en el dictamen de la Fiscalía de Milán, contraria al arresto domiciliario, y en particular «el elevado y concreto peligro de fuga».
Los jueces alegan, por su parte, que el Ministerio podría haber solicitado prisión preventiva y que ellos no podían agravar de oficio el arresto domiciliario salvo en caso de infracción, pero no se detectó ninguna hasta la fuga.
«Existen anomalías, la principal de las cuales es la decisión del Tribunal de Apelación de conceder el arresto domiciliario. Nordio hizo bien en iniciar una acción disciplinaria», dijo Meloni en apoyo de su ministro cuando se le preguntó sobre el asunto el pasado sábado, durante una visita oficial a Etiopía.
El ministro comparecerá mañana en la Cámara de Diputados a petición de la oposición, que ha destacado el riesgo de un incidente diplomático con EEUU y que pedirá a Nordio explicaciones sobre la nota del Departamento de Justicia de ese país en la que se pedía que Uss fuera devuelto a prisión hasta su extradición y que, afirman los jueces de Milán, nunca recibieron.
Según las primeras reconstrucciones, el empresario ruso logró salir de Italia el pasado 22 de marzo en coche, con documentos falsos y cambiando de vehículo, a través de la frontera de Trieste (noreste) para entrar en Eslovenia y luego viajar hasta Serbia, desde donde regresó a Rusia, posiblemente en avión.
El brazalete electrónico que llevaba tras salir de la cárcel y que no fue encontrado, había alertado de su alejamiento, pero cuando llegó la policía ya era tarde.
El la audiencia ante el Tribunal de Apelación milanés, los abogados del empresario ruso explicaron que su detención habría tenido como objetivo un «intercambio de presos», porque Estados Unidos estaba interesado en obtener la liberación de Paul Whelan, un empresario condenado en Moscú a 16 años.
Y el 21 de octubre, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, había asegurado que “la diplomacia rusa haría todo lo posible para proteger los intereses de Uss”.
Uss, que fue detenido el 17 de octubre en el aeropuerto milanés de Malpensa cuando partía hacia Turquía y que permaneció en prisión hasta el 2 de diciembre, reveló a principios de abril que se había visto «obligado a huir» porque no confiaba en la justicia italiana.